Secuestrada

Capitulo 103

Madison, una de las amigas que Kate había hecho durante todo ese tiempo en Kingston, se casaba mañana. Y que fiestecita la que haría hoy por ello. Se había reservado todo el club más grande de toda la ciudad, solo para ella, sus invitadas y los buenísimos strippers que llegarían esa noche a hacerla un poco más caliente.
Ocho de la noche. Misma noche de la fiesta de Madison.
Kate: - Anímate… por favor, Madison me dijo que podía llevar a cualquier amiga que quisiera y tú no te puedes perder esto.
Ana: - No, no… no tengo ganas la verdad. Ayer discutí con Christian y y… no sé, quiero esperar a que él vuelva y primero arreglar las cosas.
Kate: - ¿Y perderte esta despedida de soltera? Vamos, joder. ¿Desde cuando no te gustan las fiestas?
Ana: - No es eso, Kate. Ya te lo expliqué.
Kate: - A Christian se le pasará…
Ana: - Es a mí a quién no se me ha pasado.
Kate puso los ojos en blanco.
Kate: - ¿Me pongo de rodillas? ¿qué tengo que hacer para que vayas?
La puerta de la habitación de Christian y Anastasia se abrió de repente. Luke apareció de pronto, miró mal a Kate, pero esta solo corrió a abrazarlo y cogerle las mejillas.
Luke: - ¿Por qué estás tan emocionada por esa fiesta? – le preguntó él.
Luke: - ¿es por esos hombres que irán a bailarte? – a Anastasia se le escapó una risa.
Kate: - ¿Hombres? Ah… ¿los strippers?
Luke: - Lo mismo.
Kate: - ¿Estás celoso? – le preguntó abrazándole el cuello.
Luke: - Me da lo mismo, yo tengo más que ellos.
Kate: - Está celoso. – le afirmó Kate a Anastasia.
Luke: - ¿Irás? – le preguntó Luke.
Ana: - No creo… - contestó Anastasia.
Ana: – no tengo ganas.
Kate: - Sí irá. – replicó Kate.
Kate: – irás, irás, irás… aunque no quieras.
Anastasia negó la cabeza. ¡Pero que increíble poder de convencimiento podía tener su mejor amiga! Hasta ya se lo estaba pensando realmente. ¿Por qué no ir? Necesitaba de esto. De una fiesta solo para chicas. Sí, ¿por qué no? Además Christian había tenido lo suyo anoche. Era su turno.
Kate: - Te lo estás pensando, ¿verdad? – le preguntó Kate, la conocía demasiado, sabía que faltaba poquísimo para que diera el “sí”.
Ana: - Le avisaré a Christian…
Kate: - ¡Genial! La pasaremos fantástico, ¿eh, amor? – apretó una mejilla de Luke, que le abrazaba la cintura, sin querer dejarla ir.
Kate: – serán unas horas, y estaré aquí en menos de lo que esperas.