Enfrentamiento

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La clase de Física era una de las más divertidas para Ibrahim, aunque lamentaba que las hubieran programado en la tarde. 

El docente les mandó a colocarse en parejas, después de dictarles diez problemas sobre Campos Eléctricos los cuales debían resolver antes de que la clase terminara. 

Dominick lo invitó a unirse con él, lo prefería antes de estar con Irina. Ibrahim tomó su mesa y la llevó junto a su compañero. Este no era santo de su devoción, pero últimamente se estaba llevando mejor con él.

—Creo que a ambos nos interesa aprender sobre esto.

—Eres tú quien controla la electricidad, mi poder se limita a crear frescas brisas navideñas.

Dominick sonrió. El docente daba las últimas indicaciones cuando Irina levantó la mano. Necesitaba ir al tocador. Ibrahim y Dominick se miraron aburridos de las ocurrencias de su compañera, la cual al ver que Ibrahim no la aceptaría en su grupo, ni siquiera para pasarle los ejercicios resueltos, inventó un pretexto para salir del salón.

—¿Cómo haces para soportarla?

—Debo querer mucho a Maia para hacerlo —le respondió dibujando las cargas en su cuaderno.

—Puedo notar que le tienes mucho aprecio —confesó. Dominick levantó bruscamente la mirada de su cuaderno, fijándose en Ibrahim. Este no solo notó que sus ojos eran hermosos, sino también la fuerza con la que afincó la punta del lápiz sobre su libreta, lo que le hizo titubear—. Yo...

—Has dado en el clavo. Lo que siento por Maia solo es comparable a lo que sientes por Aidan.

Sus palabras fueron una bofetada para Ibrahim. En ese momento deseó que la Tierra se abriera y se lo tragara. 

Y su deseo se cumplió. 

Una fuerte sacudida hizo que las paredes del salón se movieran. Ambos se dedicaron una mirada, pero esta vez era de alerta. Dominick se levantó veloz como un rayo.

—¡Todos afuera! —gritó—. ¡Salgan todos!

Pero nadie le hizo caso. Ni siquiera lo miraron. El docente seguía copiando la asignación para la próxima clase en la pizarra, y los demás estaban concentrados en sus problemas. Ibrahim seguía sentado, observando a un desesperado Dominick, que por el momento no entendía lo que estaba ocurriendo.

—Dom —le dijo—. ¡Dominick! —le gritó, aún sentado, aferrado a su escritorio—. ¡No pueden oírnos! —La mirada preocupada de Dominick era todo lo que necesitaba. Este le había comprendido.

El nombre de Maia se dibujó en sus labios, saliendo disparado del salón. Ibrahim, se montó en la mesa, dando un salto para estrellarse contra la pared, pero su cuerpo era un cúmulo de neutrinos.

Cuando salió al pasillo, Dominick ya había desaparecido. Sabía muy bien que iría en busca de Maia, así como él solo quería reunirse con Aidan, por lo que tomó el pasillo de los baños, era el mejor atajo para llegar a tiempo, y si corría con suerte podía verificar el estado de Irina.

 Sabía muy bien que iría en busca de Maia, así como él solo quería reunirse con Aidan, por lo que tomó el pasillo de los baños, era el mejor atajo para llegar a tiempo, y si corría con suerte podía verificar el estado de Irina

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La Maldición de ArdereTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang