⇢Capítulo 5.

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La época navideña.

El año estaba llegando a su fin, el frío seguía atormentadolos, las luces navideñas estaban por todos lados y gente corriendo en busca de regalos.

Luke desde que su madre murió, había estado solo junto a Gemma haciendo un maratón de películas navideñas y al día siguiente Luke salía a dar una vuela al parque, sintiéndose triste por la pérdida de Liz, la pena lo invadí mucho más en aquellas fechas que eran las favoritas de su mamá. Él también iba al cementerio y dejaba sus rosas favoritas adornadas con algo navideño.

Michael esos días los pasaba de fiesta o encerrado en su habitación junto a una botella o algún cigarrillo extraño que consiguió en la calle. En su casa no se celebraba la navidad desde que él cumplió 13, desde ahí cambió completamente y sus padres preferían salir y reunirse con sus amigos o familia en otro lado. Lejos de Michael.

Pero eso cambió para ambos este año.

SweetLuke necesitaba el toque navideño de Luke Hemmings. Cada año su cafetería se llena de luces y es invadida por una ola de adornos brillantes de color verde, blanco y rojo. Y a la gente le gusta.

Eran las 8a.m. del día domingo cuando el rubio comenzó a sacar cajas de la bodega. Michael, asustado por el ruido, bajó y se encontró con el rubio moviendo una gran caja roja.

Hizo una mueca cuando sus pies descalzos hicieron contacto con el frío suelo de la cafetería, pero siguió caminando hasta la puerta de la cocina, por donde salía Luke.

—¿Qué haces?

El rubio se sobresaltó y Michael soltó una carcajada.

—El espíritu navideño, Mike —comentó sin darse cuenta aquel apodo que había usado—. Y me vas a ayudar.

El nombrado solo asintió sintiéndose algo sorprendido, Luke le había dicho "Mike" y para él sonó lindo, mucho más lindo que cuando Calum lo decía.

—Bien, las ventanas estarán rodeadas de luces blancas y pondrás guirnaldas en los marcos —ordenó Luke—. Mientras yo veré el asunto de las paredes. Al final haremos el árbol juntos ¿está bien eso?

—Seguro —responde Michael sonriendo—. Una pregunta, ¿tendrás galletas con algún diseño navideño?

Luke frunció los labios hacia arriba y asintió.

—Pero no tendrás una si no terminas la decoración.

Ambos chicos estaban concentrados en su labor. La música estaba un poco alta, pero disfrutaban de cada canción que sonaba. También disfrutando de la compañía.

Desde afuera podías ver a dos chicos corriendo con luces, guirnaldas y brillantina volando por el lugar. Eso veía Calum, quien había decidido ir a visitar la cafetería para ordenar un pastel por el cumpleaños de su hermana, pero olvidó que era domingo y SweetLuke no abre los domingos. Soltó un suspiro de decepción cuando lo recordó, pero esa mueca triste fue reemplazada por una sonrisa cuando vio aquella escena.

La gente pasaba por fuera del lugar sin importancia, sólo veían otro lugar cerrado el domingo, pero una niña se detuvo frente al ventanal y apoyó sus manos en el cristal fijando su vista en las galletas de la vitrina en el fondo.

Michael se dio cuenta y le hizo señas a Luke, quien abrió la puerta y despacio se acercó a la niña.

—Hola —saludó ella antes de que Luke pudiese hablar—. Mi nombre es Allison.

—Hola, Allison —saluda Luke agachándose y quedando a la altura de la pequeña—. Soy Luke.

—Un gusto, señor —sonríe mostrando sus dientes casi completos, falta uno en el medio.

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