⇢Epílogo II

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Parte 2
...y unos cuantos años después.

La lluvia golpeaba fuerte contra la ventana de la cocina, una taza de café lo acompañaba aquella solitaria mañana sentado en frente a la barra del desayuno, a lo lejos pudo oír la puerta abriéndose pero no pudo hacer más que quedarse atento a los pasos acercándose cada vez más, sus ojeras estaban desapareciendo pero parecía que cada vez estaba más cansado.

—Pensé que estarías dormido.

—No creo que pueda volver a dormir.

Sintió el regaño de la mirada de su amigo para después sentir un pequeño golpe en la parte posterior de su cabeza.

—¿Sabes que estás exagerando?

Michael negó, se sentía ofendido.

—¿Por qué piensas que estoy exagerando? ¡Luke se fue!

—¡Pero no para siempre, Michael, por Dios! —Calum soltó una ruidosa carcajada— Y vuelve hoy, no sé si lo recuerdas.

—Lo recuerdo muy bien, está marcado en el calendario.

Calum miró el calendario pegado en la heladera con imanes de donas, la risa nuevamente se hizo presente al ver el día marcado con una carita triste.

Las puertas francesas que daban al patio de la casa dejaron ver que la lluvia comenzaba a intensificarse cuando unas cuantas hojas se pegaron el vidrio. Michael bufó, era el clima perfecto para estar recostado con su esposo viendo una película.

Sonrió mirando el anillo en su dedo, llevaban dos años casados, viviendo felices la mayor parte del tiempo y las veces que estuvieron enojados las olvidó para no contaminar su matrimonio con malos recuerdos, Luke hacía lo mismo, si lograban superar el problema y ambos estaban bien lo mejor era enterrarlo para continuar avanzando con los momentos que los llenan de alegría, alimentando el amor creciendo con ellos cada día.

La cafetería seguía funcionando, incluso tenían un nuevo local en el pueblo natal de Luke, donde él se encontraba en ese momento que Michael se sentía tan miserable, quizás estaba exagerando un poco, pero ya llevaba tres días sin él.

—¿Annie viene al almuerzo de bienvenida?

—Se supone que está trabajado en su vestido para el matrimonio, pero dijo que estaría aquí.

—Pero la boda es en una semana más —frunció el ceño.

—Lleva meses trabajando en su vestido, Michael, los detalles ahora son importantes.

—Simepre tuve razón en que ella y Zack terminarían juntos —dice con una sonrisa, la que luego se convirtió en una de burla hacia Calum—. Incluso fueron más rápidos que tu y Ashton.

—¡Estábamos preocupados por ustedes! No podíamos-

—Si, sigue inventando excusas, ambos son unos lentos.

—¿Sabes qué? Ve a ducharte y luego bajas a ayudarme con la cocina, apestas.

Michael le levantó el dedo del medio al tiempo que bebía el último sorbo de café y se levantaba para correr escaleras arriba, tenía que ordenar un poco antes de la llegada de Luke, era un poco más desordenado de lo habitual cuando estaba solo.

Durmió todas esas noches abrazando la almohada que usa el rubio, jamás se iba a acostumbrar a estar tan lejos de él desde la última vez que estuvieron separados.

Mientras levantaba ropa sucia del piso, hacía la cama y se arreglaba el cabello, se encargó de llamar al supervisor que tenían en ma cafetería para ver como estaba yendo todo, Luke iba todos los días a trabajar a la oficina, Michael se seguía encargando de la caja, pero las cosas habían cambiado un poco hace seis meses, tuvieron que contrar a otra persona porque ellos tenían una nueva responsabilidad, así que debían repartir su tiempo.

⇢Café Pendiente ☓Muke Clemmings☓Where stories live. Discover now