—No irás a... —me detengo porque la idea es absurda.

—Son unos niños, Maya. Solo hablaré con ellos y sí, los asustaré un poco. Fingiré que soy su hermano mayor. Yo sé qué hacer. No te preocupes.

—Gracias —susurro afectada—, Héctor siempre ha sido callado, pero entre más crece más apartado se vuelve. Quisiera poder ayudarlo.

—Me ha dicho que le preocupa mucho lo que está pasando. Creo que ya no piensa como los niños de su edad, está muy atento a todo lo que pasa entre ustedes. Dijo que creía quererte más a ti que a tu madre, que desde pequeño te recuerda a ti siempre ahí, no a ella pero que entiende por qué su madre ha estado ausente. Es muy observador, no te preocupes, iré a verlo todas las mañanas a la escuela para asegurarme de que todo marche bien. ¿Te parece bien?

—Tú has dicho que yo soy un ángel en tu vida, pero eres tú el verdadero ángel, Adam... gracias, muchas gracias. —Cada segundo que pasa siento que lo quiero más y más.

—No las merezco.

—Claro que sí. —Me siento en sus piernas y lo abrazo lo más fuerte que puedo—. Me has cambiado la vida, Adam.

—Si hay alguien al que le ha cambiado la vida, es a mí y en ese caso quien debe agradecer soy yo. —Besa mi cuello—. Espero estar siendo muy agradecido contigo y con tu... cuerpo. —Sus manos suben lentamente hasta mis pechos y me suelto a reír—. Te deseo todo el tiempo Maya, pero ahora necesito que leas esos papeles.

Me da un beso tierno y me dedico a leer las casi veinte páginas que me ha entregado. Cuando me dijo que su padre investigaría a Bob, pensé que se refería a sus antecedentes penales, supongo que eso no es tan difícil de averiguar. Al leer los primeros párrafos me doy cuenta de que no solo han investigado si tiene o no antecedentes. También han investigado su árbol genealógico. Hay información sobre él desde antes de que naciera hasta la actualidad. Me llevo las manos a la boca al llegar a la parte en la que ha abusado de dos jovencitas. Las denuncias se establecieron, pero no llegaron a más, Bob nunca fue a prisión. Llego a la temprana conclusión de que los padres de Adam tienen el poder de investigar hasta el último de tus secretos si así lo quieren, y entonces comprendo aún mejor el resentimiento que les guarda Adam.

Ellos pudieron encerrar al tipo que asesinó a Alicia en un par de horas, pudieron lograr que nadie se enterara, que ningún medio de comunicación supiera siquiera lo que estaban haciendo. ¿Cómo es posible que los White prefirieron callar?

El informe es muy completo y justo en mis manos tengo las pruebas para que mamá me crea al fin y para denunciar también.

—Esto es increíble. No puedo creer que hayamos vivido con un hombre así.

—¿Qué quieres hacer? No me gusta abusar del poder que tiene mi padre y mucho menos del dinero. La verdad es que, si quieres denunciarlo, créeme Maya, papá lo puede hundir en la cárcel. Solo tienes que pedirlo y hablaré con él.

¿Qué quiero hacer? La respuesta parece muy fácil. Quiero salir corriendo ahora mismo y mostrarle estos documentos a mi madre, quiero que se dé cuenta de su error y que saque a ese hombre de nuestras vidas. Quiero mirar a mis hermanos todos los días, como antes, como siempre. Quiero... No, de un momento a otro todas y cada una de las palabras de mamá regresan a mí, cada ofensa que me ha dicho. Su rostro de incredulidad, su falta de confianza en mí. Me siento confundida.

—Lo primero que ha pasado por mi mente ha sido salir corriendo y mostrarle esto a mi madre. Pero, ella ha sido injusta. Ir a buscarla y enseñarle esto hará que me pida perdón. No me creerá a mí, les creerá a estos papeles. ¿Me tengo que sentir victoriosa cuando has tenido que recurrir a tu familia para conseguir estas pruebas?

¿Cómo estar sin ti? Where stories live. Discover now