Capítulo 27.

29.6K 2.3K 320
                                    

Estimado lector ¿Cómo estar sin ti? Estará de forma temporal en Wattpad ya que está a la venta en versión digital y física por Amazon . Será retirada nuevamente en un par de días. (25 DE DICIEMBRE)


Recuerdo muy bien aquel día que Becca me dio todos los detalles de su primera vez. Me parecía increíble que dos personas se desnudaran sin pena alguna, que la necesidad de tocarse, sentirse, perderse en el otro fuera real. Ahora entiendo cómo dos cuerpos pueden convertirse en uno solo en cuestión de minutos.

Aún me tiemblan las piernas y me siento expuesta de diferentes formas. Justo ahora no soy capaz de imaginarme junto a otro cuerpo, que me toquen otras manos, que me besen otros labios y siendo honesta no tengo nada con que comparar lo que ha pasado hace minutos y me atrevo a decir que no podría haber sido mejor. Fue delicado, no me ha obligado a nada y lo he disfrutado. Cada movimiento, cada caricia, cada microsegundo de nuestros cuerpos unidos ha sido maravilloso.

Me pego aún más a él. Su brazo izquierdo está debajo de mi cuerpo y traza círculos en mi espalda desnuda. Mi rostro está muy cómodo sobre su pecho firme y no ha dejado de besar mi frente desde que todo acabó. No he querido hablar más, a pesar de que tengo muchas cosas que decirle, cosas que deseo preguntarle.

No quiero irme y sé que no puedo seguir retando a mamá. Tener dieciocho no me hace independiente. Dependo de ella de muchas formas y la quiero demasiado como para seguir quebrando nuestra ya dañada relación. Sin embargo, ahora no me importa nada.

—He ganado el reto. —Me quedo callada porque no entiendo su punto—. Dijiste que te resistirías a mí y no has podido, hobbit —ahora se burla. Me termino riendo porque ambos sabíamos que eso estaba muy difícil.

—No cambiarás, ¿cierto? Que hayamos hecho esto no te hará cambiar como pasa la mayoría del tiempo, como todos esos chicos que nos miran como trofeos.

—No cambiaré, Maya. Esto ha sido muy especial para mí.

—¿Sí?

—Tengo camino recorrido, eso ya lo sabes y puedo jurarte que esta es la primera vez que he sentido que el sexo es más que eso. Maya, tú haces que todo tenga sentido.

—Te quiero Adam White, te quiero muchísimo.

Sus manos acunan mis mejillas y me mira como si el mundo empezara y terminara en mí. Lo sé porque es la forma en la que yo también lo veo. No sé gran cosa sobre el amor, pues lo estoy descubriendo poco a poco, gota a gota, disfrutando cada partecita, pero sí estoy segura de algo: no hay dicha más grande que querer al mismo tiempo, enamorarse al mismo ritmo, sentirse seguro de que no hay un perdedor. No aún.

—No quiero que te marches —susurra.

—Tengo que irme. No quiero más problemas con mamá.

—Lo entiendo —responde muy serio.

—No quieres que me marche por lo que ha pasado con Bob, ¿cierto?

—Honestamente sí. Tu maravilloso plan con Tyler no está dando resultados y estoy desesperado.

—Tengo una buena noticia. Virginia miró fotos mías en el teléfono de Bob y pienso hablar con mi madre.

—¿Qué tipo de fotos? —Se sienta sobre la cama y frunce su entrecejo.

—No son la clase de fotos que estás pensando. Tranquilo, por favor —me pongo nerviosa.

Me acerca a él y sus labios me besan, apenas es un roce. Me mira lo que me parece una eternidad.

—Sabes que cuentas conmigo. Si tu mamá no te cree y enloquece y te echa de casa, sabes que puedes vivir conmigo. Yo me haría cargo de todo.

—Tú lo único que quieres es hacerme el amor todos los días.

¿Cómo estar sin ti? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora