¿Cómo estar sin ti?

Capítulo 1.

Estimado lector ¿Cómo estar sin ti? Estará de forma temporal en Wattpad ya que está a la venta en versión digital y física por Amazon y puedes pedirla en tu librería favorita para que llegue. Será retirada nuevamente en un par de días.

Esta historia es una trilogía:

1. ¿Cómo estar sin ti? (A la venta en papel y digital)
2. ¿Cómo volver a ti?  (En unos días a la venta)
3. Las confesiones de Adam.

Todas disponibles y completas en mi perfil 💜
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Si tienes problemas con los capítulos, hay frases repetidas al igual que párrafos o líneas con más espacios del necesario, por favor, elimina la historia y agrégala nuevamente para que logres disfrutar de verdad.

El despertador que suena descontrolado a solo centímetros de mi rostro me recuerda que hoy inicia mi último año de bachillerato. Diez meses más y estaré libre, lejos, muy lejos de mi fastidiosa escuela y aburrida vida. No hay nada que haga este año escolar especial, excepto que por fin dejaré de ir a esa institución a la que se podría confundir con un reality show o una selva llena de animales salvajes.

Los gritos de mamá ya se escuchan por toda la casa, y es que con seis hijos las cosas se vuelven más complicadas, sobre todo cuando has decidido poner tus ojos en los hombres inadecuados y terminas siendo madre soltera. Al menos el hombre que dice ser mi padre envía dinero todos los meses; aunque claro, es más lo que yo gano en dos meses de trabajo en la heladería en la que suelo trabajar en verano. A veces creo que lo mejor es desistir de la universidad y buscar un empleo estable para ayudar a mamá. Sin embargo, ella quiere que logre todos aquellos sueños que no pudo lograr y dentro de esa inmensa lista está, por supuesto, estudiar una especialidad en una de las mejores universidades del país.

Mamá es estupenda, a pesar de sus errores trabaja en dos lugares diferentes y a veces dobla turnos. No siempre está cuando la necesitamos y no es un reproche. Creo que hace algún tipo de brujería cuando consigue cuidarnos y trabajar tanto al mismo tiempo.

Sus gritos vuelven a escucharse por toda la casa, me apresuro a salir de la cama y tomo una ducha rápida. Me visto con lo primero que veo en mi armario y peino mi cabello rápidamente con mis dedos. Encrespo mis pestañas y pongo un poco de labial en mis labios. Pellizco mis mejillas un par de veces y obtengo el color que esperaba. Bajo corriendo las escaleras y a mitad de camino impacto con los gemelos: Tom y Marco. Los tomo de la cintura y les hago creer que pueden volar. Apenas tienen cuatro años, pero mamá se ve obligada a dejarlos en una guardería mientras yo estoy en la escuela.

—Buenos días mamá. —Le doy un beso en la mejilla y la ayudo a cocinar mientras los gemelos pelean con Virginia y Sarah. Los gritos de Héctor no ayudan y el sonido constante de los cubiertos siendo impactados en la mesa alteran a mamá.

—¡Quieren callarse, maldita sea! —grita mi madre y me tenso por completo. Dije que es estupenda, pero con seis hijos, dos trabajos, pocas horas de sueño y la falta constante del dinero hacen que cualquiera pierda la paciencia.

—Vamos a jugar, ¿de acuerdo? A partir de este momento está prohibido hacer cualquier tipo de ruido y la persona que soporte más tiempo callado será la ganadora y lo llevaré a comer un helado —digo con entusiasmo. Mis cinco hermanos menores instantáneamente dejan de hacer ruido y mamá se relaja.

—Gracias, Maya.

—Deberías ir a dormir, yo me hago cargo del desayuno y de lavar los platos.

—No es necesario, sabes que ser la mayor no te hace automáticamente mi suplente.

—Pero, mamá tienes las ojeras más grandes del vecindario y puedo ayudarte. Déjame ayudarte —le pido.