Capítulo 17

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Estimado lector ¿Cómo estar sin ti? Estará de forma temporal en Wattpad ya que está a la venta en versión digital y física por Amazon . Será retirada nuevamente en un par de días. (25 DE DICIEMBRE)


La voz fuerte y segura de Adam cala hasta mis más íntimos miedos. Lo menos que quiero es empezar una relación con el pie izquierdo o peor aún, que él piense que todo lo ocurrido ayer fue un simple juego para mí. No es así. A pesar de lo que sentí al escuchar las palabras de Tyler, no es con él con quien quiero estar. La presencia de Adam solo me ha recordado lo prendada que estoy de él. Me tiemblan un poco las manos, jamás imaginé que protagonizaría una escena como ésta.

—Tengo que irme, Tyler —logro susurrar. Su rostro se desencaja y asiente contrariado.

—Te veré mañana y seguiremos hablando —dice lo suficientemente alto para que Adam lo escuche, aunque en realidad no era necesario hacerlo, ya ha disminuido la distancia—. Esto no termina aquí —sentencia y muerdo mis labios con fuerza. Mi corazón va a salirse de mi pecho.

—Creo que, en realidad, Tyler... Si termina aquí.

—Adam... —intervengo. No esperaba que dijera algo como eso.

—¿Sabes, amigo? No voy a hacerte caso, voy a acercarme tantas veces como pueda hasta que se dé cuenta de que no debe estar contigo.

Me toco las manos nerviosa por el intercambio de palabras. ¿Qué es esto? ¿Una novela dramática?

—Por favor, Adam. Quiero irme —le pido nerviosa. Toma mi mano e intenta caminar.

—Y así es como "La Bestia" se deja dominar por una niña de diecisiete años —suelta Tyler y abro la boca sorprendida. ¿Cómo hace solo segundos me había sentido confundida por un patán como él?

No me doy cuenta siquiera del momento en el que Adam suelta mi mano y empuja a Tyler dos veces.

—¡No te metas conmigo! —gruñe Adam.

—Pégame una vez y pasarás el resto de tus días en la cárcel.

Niego frenéticamente con mi cabeza. Lo último que Adam y yo necesitamos es que lo metan a prisión, bastante tenemos ya con que mi madre parece enloquecer siempre que me mira con él como para darle más razones que la ayuden a cumplir con su cometido: alejarme de él.

El puño de Adam sale volando en el aire y apenas tengo tiempo de interponerme entre ambos, su mirada se encuentra con la mía y baja el puño en menos de un segundo.

—Por favor, no hagas una locura —le suplico con evidente desesperación. La rapidez con la que pierde la paciencia me sigue pareciendo fuera de lo común, algo extraño que ya hablaremos a su debido tiempo.

—Bien —es todo lo que responde y mi alivio vuelve a aparecer. Extiendo mi mano y la coge enseguida.

—¡Qué valiente! —farfulla Tyler.

—Adam no —le pido una vez más tirando de su mano y consigo a duras penas sacarlo al aparcamiento.

A pesar de que podría salir humo de sus oídos, abre la puerta del copiloto para que yo pueda entrar. Sube y prende el auto enseguida, no sé bien qué decir. Lo miro disimuladamente y él mira la carretera con seriedad, el ceño fruncido y sus labios convertidos en una delgada línea. No voltea ni una vez. Sus manos toman el volante con fuerza y me atrevo a hablar.

—¿Por qué estás tan molesto? —No me responde, aparca el auto y se quita el cinturón de seguridad. Gira hacia mí y me mira como si la respuesta es evidente.

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