Capítulo 19

30.3K 2.5K 404
                                    

Estimado lector ¿Cómo estar sin ti? Estará de forma temporal en Wattpad ya que está a la venta en versión digital y física por Amazon . Será retirada nuevamente en un par de días. (25 DE DICIEMBRE)


—Eso no es cierto, ¡mamá! —chillo descontrolada.

—Cállate, Maya —espeta—. El joven es mayor de edad y es mi vecino. ¿Pueden hacer algo para que también se marche del vecindario?

—Entenderá que todo es un proceso... —responde la mujer detrás de la ventanilla.

Lo primero que pienso es que tengo que evitarlo, que debo hacer algo para desaparecer esa denuncia. Nunca había deseado tanto tener dieciocho. Me acerco a la ventanilla sabiendo que mamá va a molestarse más conmigo si lo hago y no me importa. Niego rotundamente lo que está diciendo y me hace mala cara. La oficial que está redactando la denuncia me mira aún más molesta. ¿Por qué los adultos no nos dejan tomar decisiones? Ya sé que la mayoría de esas decisiones son un error, pero es la única forma de aprender.

—Cariño, cuando cumplas dieciocho podrás hacer lo que quieras —comenta la mujer—. Señora, la denuncia formal podemos establecerla, pero luego tendrá que presentar pruebas de su acusación.

—No las hay —casi grito y mamá me coge del brazo con brusquedad.

—¡Cállate de una vez, Maya!

—Mamá no volveré a hablar con él, te lo juro por mis hermanos —se me ocurre decir. Estoy jurando en vano y por mis hermanos. Es la desesperación la que habla.

—Escúchame bien Maya, lo estás jurando por tus hermanos. Si vuelvo a verte con ese tipo haré la denuncia formal y estará metido en muchos problemas. ¿Lo comprendes?

—Lo comprendo. —Suspiro derrotada, al menos no estará en prisión por mi culpa.

Mamá retira la acusación y me lleva hasta el auto. No puedo evitar pensar que a pesar de haber convencido a mamá, no podré hacer nada por Adam cuando los familiares del chico que molió a golpes decidan denunciarlo.

—No vas a salir de casa sin mi permiso, Maya. Bob volverá a llevarte y a traerte de la escuela y si tardas un segundo en aparecer en el aparcamiento te juro que habrá consecuencias. Si te acercas a la casa de ese tipo te aseguro que no te ayudaré con la universidad —me regaña mi madre de camino a casa.

—Mamá...

—¡Cállate! ¿En quién te estás convirtiendo? No puedo creer que te he sacado de la delegación, en qué piensas niña. ¿Crees que ese tipo quiere algo serio contigo? Lo único que quiere es tener sexo contigo, dejarte embarazada y arruinarte la vida, como a mí —dice y siento como si me hubiera golpeado—. Gracias a Dios Tyler me habló y me contó lo que ese bueno para nada hace.

El entendimiento llega pronto y me juro a mí misma que mañana Tyler tendrá que oír todo lo que tengo que decirle. El auto aparca frente a casa y mamá no detiene su discurso, me bajo importándome poco lo que diga. ¡Estoy furiosa!

—Di todo lo que quieras, mamá —le grito tomándola por sorpresa—. Faltan dos semanas para que sea mayor de edad y no podrás decirme qué hacer o qué no. No debiste denunciarlo a él, debiste denunciar a Bob por acoso y sabes qué, existen los preservativos, pudiste evitarte seis errores. No soy como tú.

Entro a casa, subo a mi habitación y me encierro. Lloro como una condenada, me arrepiento de lo que dije al instante. No quiero convertirme en la hija rebelde que ningún padre quiere. Intento calmarme, tengo cosas más importantes en las cuales pensar. Adam está en prisión. Puede que obtenga una condena por daños físicos. Me paso horas mirando su casa hasta que el cansancio puede más y me quedo dormida. Mi alarma suena solo media hora después y no he dormido nada en realidad. Me ducho y cambio sin emoción alguna.

¿Cómo estar sin ti? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora