Capítulo 29.

30.5K 2.7K 175
                                    

Estimado lector ¿Cómo estar sin ti? Estará de forma temporal en Wattpad ya que está a la venta en versión digital y física por Amazon . Será retirada nuevamente en un par de días. (25 DE DICIEMBRE)

Samantha intercambia miradas con su esposo unos pocos segundos antes de caminar hacia mí y poner reparo en mi aspecto que seguramente es inaudito a su lado. Todo en ella grita "dinero" y la única palabra que puede definir mi apariencia en este momento es "desastre". Respiro con dificultad mientras soy destruida por esos ojos atemorizantes.

Creo que los últimos quince días no he hecho otra cosa más que sentirme nerviosa. Primero por la presencia de Bob, la situación de Adam, mi cumpleaños, mi primera vez, el sentimiento que crece y crece por Adam, la total desconfianza de mi madre y ahora... ahora están los White. A veces podemos llegar a pensar que en la actualidad las personas con dinero ya no miran con desprecio a simples mortales como yo. Queremos creer que es un tabú, algo del siglo pasado. Pero basta con ver la postura de Samantha Jadra y la mirada poco contenta de Ernesto White para darte cuenta de que no se trata de un tabú; que en realidad estas personas se creen superiores, o al menos, la mayoría lo hace.

No sé qué demonios responder, ¿quién soy? Ah sí, soy la novia de su hijo, la chiquilla que tiene mil problemas, la niña que de alguna forma ha ayudado a su hijo, y, lamentablemente también lo ha terminado metiendo en graves problemas. Por cierto, soy la hija de quien ha denunciado a Adam en dos ocasiones, aunque la primera pudo ser anulada y el tipo al que ha golpeado hasta casi matarlo, sí, ese, es prácticamente mi padrastro. Sí, esa soy yo, un desastre llamado Maya Green. Becca se aclara la garganta porque es evidente que los White están esperando por mi respuesta.

—Soy... soy... — <<Oh vamos Maya, dilo de una vez>> —. Soy la novia de Adam.

No me puedo creer que lo haya dicho. Me parece ver una pequeña sonrisa en los labios de Ernesto, la cual se borra cuando su mujer expresa su inconformidad con un suspiro prolongado. Katherine sigue mirándome con lástima o compasión, ya no lo sé. Los White no son mis personas favoritas en el mundo, no después de escuchar todo lo que Adam me dijo sobre ellos, aunque, son los padres del chico que quiero y está encerrado por mi culpa.

—¿Eres la chica por la que casi lo denuncian la otra vez? —pregunta Samantha perfeccionando aún más su ya perfecto cabello.

—Sí, señora.

—¿Cómo conociste a mi hijo? —No me esperaba esa pregunta, digo, hay cosas más importantes que resolver ahora mismo que averiguar mi historia romántica con Adam.

—Soy su vecina.

—¿La escuchaste Ernesto? Su vecina, vive en este lugar. ¡Es increíble!

—Ya fue suficiente, Samantha. Creo que has dejado claro que no te agrada este sitio. Hay cosas más importantes —interviene Ernesto.

—Está bien, esta joven es el menor de los males. ¿Nos vamos? Tenemos un hijo que sacar de prisión por enésima vez.

Me da un repaso con los ojos antes de salir de la casa. El papá de Adam se acerca cauteloso a mí y me extiende su mano antes de marcharse.

—Soy Ernesto White.

—Maya Green —contesto aceptando su mano.

—Disculpa a mi mujer, se pone tensa siempre que se trata de Adam. Tranquila, hoy mismo estará de regreso. ¿Nos acompañas Katherine? —agrega.

—Te estaré informando —me dice Katherine mostrándome su teléfono antes de salir de la casa.

Me dejo caer en el sillón agotada. La opresión en mi pecho sigue presente. La necesidad de que todo esto sea una pesadilla y que en algún momento me voy a despertar se esparce en mi interior. Siento como si estuviera incompleta. Son demasiados pensamientos rondando mi cabeza, el no tener a mis hermanos cerca lo empeora todo y, extraño a mamá. No importa que no me haya escogido a mí, la extraño.

¿Cómo estar sin ti? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora