Sueños compensatorios

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Si surge un problema en nuestra vida o tenemos una carencia (amor, trabajo...), soñar puede ser nuestro salvavidas. Y es que los sueños pueden darnos las vivencias que la vida nos niega.

Cuando soñamos, nuestra mente vuela lejos, intentando evadirse de esos problemas y preocupaciones que durante el día no paran de darnos vueltas en la cabeza. La mente necesita descansar de tanta obsesión negativa, tiene que oxigenarse con pensamientos positivos y esperanzadores y, por eso, el inconsciente provoca sueños en los que abundan las imágenes placenteras, las acciones luminosas, la felicidad, la suerte... Es un mecanismo de defensa y se llaman sueños compensatorios.

Estos, restablecen nuestra autoestima y nuestra esperanza.

CUANDO VOLAMOS: El vuelo implica libertad, deshacerse de las ataduras y elevarse por encima de un terreno, que se va viendo cada vez más pequeño (y que simboliza los problemas). Es una forma de ampliar nuestro horizonte mental y convencernos inconscientemente de que los problemas se hacen más pequeños, hasta desaparecer. Al despertar de este sueño nos sentimos ágiles, vivos, más seguros y confiados. Capaces de lo imposible.

SOMOS HÉROES: Los sueños de heroicidades son también compensatorios, ya que, descartando a bomberos, policías, médicos, etc. La mayoría de la gente no hace en su vida diaria nada extraordinario ni heroico, nada que merezca un gran reconocimiento social y público. Por eso, hay quien en sueños compensa su baja autoestima luchando con un fiero animal salvaje, enfrentándose a peligrosos asaltantes, salvando a gente en apuros...

LOS MEJORES SAMARITANOS: También hay quien necesita compensar la falta de cariño, los malos tratos psíquicos, emocionales y hasta físicos, y lo hace reafirmando su capacidad de dar ternura. En sus sueños prodiga amor, cuida a la gente, da de comer o rescata pequeños animalitos. Y, generalmente, en el sueño termina recibiendo él mismo esas muestras de cariño que tanto necesita: besos, abrazos, felicitaciones...

ENCUENTROS AFORTUNADOS: Cuando encontramos algo inesperado con un valor económico (un billete, un tesoro, una joya...), nos produce una satisfacción inmensa porque parece que la esquiva suerte se ha acordado de nosotros. Al despertar, perduran la alegría y la satisfacción porque nos sentimos afortunados y capaces de atraer la buena suerte. Estos sueños simbolizan para el inconsciente el descubrimiento de valores internos que desconocemos.

EROTISMO A RAUDALES: Aunque pocos reconozcan tenerlos, todos tenemos sueños subiditos de tono de vez en cuando. Son sueños eróticos que vienen a compensar una vida sexual poco activa o satisfactoria, una relación que no nos da lo que necesitamos o, simplemente, falta de confianza en nuestro atractivo o poder de seducción. Son sueños estimulantes y placenteros pues, al sentirnos deseados y aceptados, aumentan nuestra autoestima y energía vital.

¿Sabías que...?

- Olvidamos el 90% de lo que soñamos. A los cinco minutos de levantarnos de la cama ya hemos olvidado la mitad de lo que hemos soñado y a los diez minutos el 90%. Si quieres recordarlo, duerme con una libretita en la mesilla.

- Todo el mundo sueña. Si nunca recuerdas tus sueños, es más por tener la cabeza llena de preocupaciones o pensamientos más importantes, que desvían el interés de tu memoria hacia otra cosa. Relájate y podrás recordar tus sueños.

- Los sueños nos permiten expresar estados profundos de la psique. Es una especie de despertar de la conciencia, a partir de deseos y recuerdos.

¿Una vuelta de tuerca? {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora