Extra 1| Cumpleaños

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Veintiocho de noviembre. Un día muy especial para alguien que conocemos muy bien, para alguien que quiere pasar un buen día acompañado de la persona especial que pasa los días junto a él. Sentía una suave brisa en el rostro, mientras notaba como unas cuantas hojas caían sobre sus hombros.

—Maldición. Ojalá no llueva.—Ink se había situado al lado del esqueleto que era mucho más alto que él, mientras contemplaba como el tiempo estaba cambiando mucho. Era algo raro que siempre cambiara de Sol a lluvia y de lluvia a Sol. Pero aquel día tendrían que aprovecharlo incluso si llovía.

—Cierto. Pero igualmente, aunque llueva seguirás estando a mi lado.—Error suspiró mientras giraba su cabeza para encontrarse con el dulce rostro de Ink, que tomaba una pasta de canela con un poco de vainilla: el postre favorito del pintor.—No entiendo cómo puedes comer ahora, queda poco para el desayuno, no seas impaciente.—Rió de una manera suave mientras daba un golpecito en la cabeza de Ink, que lo miró con un poco de furia en sus ojos.

—¡Ey! Que cumplas veinticuatro años no significa que puedas tratarme como un niño pequeño.—Replicó el más bajo, mientras Error seguía golpeando suavemente a Ink.

—No sabía que eras tan replicón.—Contestó en tono de burla, haciendo enojar más a Ink, quién se sentó en el suelo. Estaban en la mansión de Error, en la que se quedarían un tiempo, pues no podían despedir a todos los criados e ir a otro sitio a vivir.

Ahora, gracias a que Error abrió los ojos sobre lo de sus padres, solía tomarse vacaciones de vez en cuando, pero no muchas, porque tenía demasiado trabajo para hacer, pero había donado el cargo de representante a uno de sus trabajadores más fieles, así que en cualquier caso podría contar con él para que manejara la empresa.

—Y yo no sabía que eras tan cabezota.—Devolvió la jugada Ink. No se iba a quedar de brazos cruzados con esas 'discusiones' que solían iniciar por tonterías, pero solían ser discusiones bastante divertidas. Y solían ser buenas para su relación, algo extraño.

Llevaban un mes de relación estable, se habían dado cuenta que sus sentimientos no habían cambiado, algo muy bueno y que alegró a los dos, pues al principio pensaban que estaban juntos por cumplir la promesa, pero en verdad se seguían queriendo, aunque era demasiado temprano para decirse 'te amo', pero eso no significaba que no se dieran muestras de afecto.

—¿Sabes? Enojado no te ves bien mejor quédate con tu cara de ángel, demonio disfrazado.—Dijo de nuevo en tono de broma el empresario, que miraba como las facciones de Ink se volvían más enojadas. Amaba enojar a ese esqueleto bajo, pues era divertido ver sus reacciones.

¿Por qué estaban allí, una hora antes del desayuno, sentados en el balcón juntos mirando a la calle, o bueno, el jardín? La respuesta es simple. Era el cumpleaños de Error, y habían decidido montar una pequeña fiesta, pero no en el sentido de que la hicieran en un espacio pequeño, sino porque vendrían pocas personas, y esas eran las únicas en las que los dos tenían confianza.

Se miraron con rostros burlones, ya era normal hacer esas discusiones, y no les importaba pues se divertían. Era muy temprano, pero se habían levantado para mantener todo preparado hasta la hora del cumpleaños, es decir que comenzara la fiesta. No entendían por qué se habían levantado a la vez, pero no les importaba. Así podrían pasar más rato juntos.

Error se sentó también en el suelo mientras tomaba la mano de Ink, quién sonrió, con un rostro dulce. Se sentía muy bien al lado del más bajo, y temía por su felicidad, por si algún día se la arrancaban de nuevo de una forma cruel y traidora. No quería sufrir de nuevo, no después de haber encontrado una vez más su felicidad y ahora vivía bien, tranquilo y sin los problemas que tenía hacía años.

'Pintor' [ErrorInk] #premiosErrorInk2017 [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora