'Pintor' [ErrorInk] #premiosErrorInk2017 [Editando]

Capítulo 29

Los sentimientos de Ink se empezaban a revolver por toda su mente, no sabía qué hacer, pero sabía que el efecto mariposa podría cambiarle la vida si elegía mal. No quería ir por el camino del odio, pero las condiciones lo requerían. Igualmente, intentaría ser pacífico, intentaría conversar con Error para poder acabar en un acuerdo. Eso sí, su plan era que nunca más se verían, pero al menos estarían en paz.

No sabía cómo había acabado en esa situación, pero entendía que Error había sufrido por culpa de sus padres y comprendía que le hubiera gritado por culpa de lo que estaba pasando, pues todo fue tan de repente... Es que coger unas vacaciones bien merecidas y que los seres a los que más odias se queden en tu casa durante una semana es algo que a nadie le gustaría y a todos pondría de mal humor sin poder evitarlo. 

No podía odiarlo, pues sabía cuanto había sido privado de libertad. No estaba diciendo que él mismo no había sufrido, sino que no podía odiar a alguien que tan solo había estado sufriendo durante toda su infancia, teniendo que hacer clases particulares, tener que estar en casa las veinticuatro horas del día y no poder ser un niño normal, solo en la escuela donde no tenía que estar bajo presión por sus padres.

Pero ahora tendrían que vivir por separado, tendrían que aprender a conseguir un nuevo futuro, pero lo primero sería arreglar las cosas, tampoco quería que la culpa lo carcomiese durante un buen tiempo solo por haber decidido ir a por el camino del odio, sabía que eso no llevaría a nada bueno.

Vivir por separado... Eso no le sonaba muy bien a Ink, pero era lo único que podría hacer. De todas formas, también le gustaría vivir su vida por individual, conseguir una casa en otro lugar y conseguir una familia, poder conseguir otra nueva vida, comenzar un nuevo capítulo de su vida sin arrepentirse de nada de lo que hizo en el pasado, debía elegir bien lo que haría.

Aquella mañana hacía un espléndido Sol que ayudó bastante al ánimo de Ink, que sonreía como si fuera el mejor día de su vida, aunque no comprendía por qué se sentía tan bien si era probable de que esa fuera la última vez que viera a Error, pero bueno, no puede elegir su estado anímico.

Se había despertado a la hora justa, así que había descansado bastante bien y sus ojeras estaban empezando a desaparecer, cosa que alegraba mucho más a Ink, que intentaba preparar unas tortitas con mantequilla, aunque sus intentos estaban fallando por no tener ningún churro de pastelería donde dejar la masa y poder dibujar en las paellas. ¿Cómo la gente en la televisión podía cocinar sin complicaciones mientras él se casi mata intentando batir un huevo? No entendía cómo la gente podía cocinar así de fácil.

Listo, uno de sus objetivos de nueva vida serían poder aprender a cocinar, si no podía tendría que hacer todo lo posible para aprender a hacer las recetas que nunca pudo hacer, y lo primero para aprender sería conseguir un libro de recetas. Haciendo memoria pudo recordar que en esa tienda varia también habían libros de recetas.

—Argh... ¿Cómo narices se da la vuelta a esto?—Preguntó desesperado Ink, que intentaba con todo lo que podía girar la masa, que empezaba a pegarse en la superficie de la paella, pero todo era en vano y la estaba destrozando. Tenía que conseguir el libro ya si no quería alimentarse a base de pizzas y comida rápida, engordaría bastante y no sería saludable, también necesitaba comer otras cosas.—Esto es increíble, maldición...—Murmura maldiciendo mientras veía como la masa se empezaba a quemar por no poder girar la masa.

Todo lo que le podría pasar a la otra gente le estaba pasando a Ink en la cocina, porque la tortita al final se acabó achicharrando, es decir que había perdido muchos ingredientes como leche y un poco de mantequilla en vano. Increíble su suerte, ¿eh? Pues bueno, se tendría que conformar con comer un bol de cereales con poca leche. Odiaba su mala suerte en la cocina, aunque eso era de naturaleza, sus padres nunca le enseñaron a cocinar y él nunca quiso aprender, pensó que no le haría falta, pero ahora sabía que se equivocó bastante.