XLIX

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Nicole

Quien me había convencido de ir al aeropuerto había sido la mamá de Alonso. La verdad era que yo no tenía ni poquitas ganas de presentarme porque sabía lo que iba a pasar, eso me incluía llorando y tal vez diciendo un par de cosas estúpidas como que no quería que se fuera.

Un berrinche más.

Pero su mamá había dicho que tenía que ir, porque significaría mucho para él y todo lo demás. Así que ahí estaba, a las 6 de la mañana en sudadera y con el cabello hecho un desastre, en una sala de espera del aeropuerto de la Ciudad de México, escuchando anuncios por el altavoz, además de a Jesús dando instrucciones sin parar. Lo único que quería era darle un golpe en la cabeza con mi teléfono, tal vez si le ponía la fuerza suficiente, él terminaría inconsciente.

-¿En qué piensas? -Alonso apretó mi mano, que descansaba en su pierna y enterró su barbilla en la parte de arriba de mi cabeza.

-En nada -musité -Solo estoy un poco cansada.

-Es temprano, lo siento -sus labios rozaron mi frente.

-Oh no, está bien -bostecé y recargué mi cabeza en su hombro -Puedo volver a casa a dormir.

-¿Paty va a venir por ti al rato, verdad?

-Sí, Alon.

-No voy a estar aquí cuando entres a la escuela...

No me digas.

-Pero -continuó -Te va a ir bien, Nikki. ¿No te va emoción comenzar tu segundo año?

-Mucha -suspiré -Mucha, mucha.

-Ya es el segundo año -insistió -Solo dos más, mi amor.

-Ay -no sabía si me quejaba porque era el segundo año o por cómo me había llamado, tal vez era lo segundo, porque terminé por ocultar mi cara en su brazo mientras él soltaba una risita. -Solo dos más.

-Pero ¿estás segura que va a venir por ti o puedo pedirle a...?

-Ella va a venir por mi, Alonso, ya cálmate -me reí.

-Te voy a extrañar muchísimo -me acercó un poco más a él y soltó un suspiro -De verdad.

Inhalé con fuerza. -Y yo a ti -la comisura de mi boca tembló cuando intenté sonreír -Pero vas a divertirte y todo eso.

-De todas formas...

-Nada de "De todas formas" Alonso, es increíble que vayan a pasar tanto tiempo de tour ¿Alguna vez te lo imaginaste?

Él negó con la cabeza, una sonrisa amenazando con aparecer en su rostro. -Jamás.

-¿Lo ves? Es increíble.

-Lo es...

Jos interrumpió su respuesta. -Voy a ir a comprar algo ¿quieren?

-Te acompaño -ofrecí, apartando el brazo de Alonso de mis hombros -¿Quieres algo?

-No, gracias.

-No se tarden -advirtió Jesús señalándonos al pelinegro y a mi. -Hablo en serio.

-Ay, que sí -terminé por tirar de la manga de Jos para finalmente dirigirnos al Starbucks.


Me sorprendió que no hubiera niñas revoloteando a su alrededor, tal vez porque eran las seis y cuarto de la mañana y nadie estaba muy segura de cuando exactamente partían. No pudimos habernos tardado más de 10 minutos en ir y volver, pero Jesús estaba histérico cuando reaparecimos en la sala de espera. Probablemente había pensado que yo había secuestrado a Jos para evitar que se fueran, o algo así.

En serio, estaba a dos de darle un golpe contundente en la cabeza.

Pasó otro rato en lo que llamaban su vuelo y yo observaba a la demás gente que se dirigía a sus salas de espera o llegaba de algún lugar.

No podía dejar de pensar en lo ridícula que estaba siendo o en la escena que probablemente iba a causar en unos cuantos minutos. Pero no quería que se fuera, lo necesitaba ahí conmigo y eso me asustaba demasiado.

Volví a recargar mi cabeza en su hombro mientras bebía de lo que Jos me había comprado, aunque no sabía a nada, tal vez era algo psicológico.

Alonso comenzó a tararear Yellow en voz baja, sentía las vibraciones recorrer su pecho y se formó un nudo en mi garganta.

-No lo hagas -pedí, aclarando mi garganta -Por favor, es muy temprano para esto.

Además de que solo empeoraba la situación.

-Lo siento, pero no me gusta que estés apagada.

-No tengo un botón de encendido.

-Muy graciosa -me dio un empujón leve.

-Siempre.


Eventualmente, el momento de la despedida llegó y yo me estaba mordiendo la lengua con tanta fuerza que solo esperaba que la punta se desprendiera.

-Acabará pronto -Alonso besó mi frente -No será mucho tiempo.

-Deja de pensar en cuánto tiempo será y disfrútalo ¿Está bien? -tomé una bocanada de aire -Estoy muy feliz por ti y todo eso, no voy a decírtelo otra vez.

Él sonrió. -Te llamaré en cuanto pueda.

-Te contestaré cuando pueda -me encogí de hombros -Es broma, ya lo sabes, intento ocultar mi tristeza con sarcasmo.

-No digas eso -me abrazó -Odio que estés triste.

-Sabes que normalmente soy una ridícula -inhalé su loción -Pero ya en serio, si pierdes el vuelo Jesús va a dejarme en un hospital.

-No lo hará -besó mi cabeza -Te voy a extrañar muchísimo.

-Yo también Alonso, mucho.

Finalmente nos separamos y él me besó. Jamás había dado un beso de despedida, pero se sentía bastante mal. Especialmente porque yo estaba comenzando a llorar y era lo que menos quería, sabía que eso no servía para absolutamente nada.

-Te amo, Nikki.

-Yo también te amo -me limpié las mejillas rápidamente y le di otro beso, después de pararme de puntitas. -Te va a ir muy bien.

Cuando él dijo «adiós» mi corazón se rompió un poquito, y cuando lo vi alejarse por la puerta terminó en pedazos.

No estaba segura de porqué me estaba doliendo tanto, hasta que me encontré con los ojos de Jos que lo estaba esperando para ir juntos. Un sentimiento relativamente desconocido se instaló en mi pecho mientras ambos desaparecían para abordar el avión. Era una mezcla de tristeza y desesperación, eso aunado a que me estaba odiando un poco por depender tanto de Alonso, era patético.

Me quedé ahí por otro rato, hasta que finalmente cerraron la puerta y luego la chica que checaba los boletos se acercó a mi, para decirme que si lo que esperaba era que él bajara del avión, no iba a pasar pues ya nadie podía hacerlo. Le agradecí de mala gana, entendiendo que tenía que irme así que me puse de pie y salí de la sala con sus ojos clavados a la espalda.

No tenía otra opción mas que esperar bajo la lluvia por mi amiga, y hundirme un poco más en mi miseria. Rogando por haber hecho la decisión correcta, aún con todas esas promesas implícitas.

Man On A Wire || a.v.Where stories live. Discover now