Man On A Wire || a.v.

XLI

Nicole

Cuando Alonso dijo que conocería a sus padres entré en pánico completamente.

Después de todo no lo había visto en toda la semana, y cuando me llamó por la mañana fue porque estaba a diez minutos de mi casa. Así que tomé una ducha y me puse lo primero que encontré y creí que se veía decente, de cualquier forma, no tenía muchas opciones.

Salí escasos segundos después de que mi mamá lo dejara pasar.

-Hola -sonreí -¿Cómo estás?

Mi mamá nos miraba con atención mientras yo le daba un abrazo, hablemos sobre incómodo. Le había contado a ella y a mi papá Alonso y yo habíamos em, ¿evolucionado? Bueno, literalmente había usado la palabra evolucionar porque soy una ridícula, lo cual dio pie a una serie de malinterpretaciones con respecto a lo que me refería con eso.

-Bien -me regresó la sonrisa y me apretó una poco más, hasta que mi madre se aclaró la garganta así que él le dirigió una mirada de disculpa.

-¿Qué vamos a hacer? -cuestioné.

-¿Y quien te dio permiso? -mi progenitora habló finalmente cruzándose de brazos -¿Nicole?

-Mamá... -me quejé, sacando el labio inferior -Por favor, son vacaciones.

-Eso no significa...

-Y he estado de cenicienta toda la semana -la interrumpí. Mi mamá pensaba que cada periodo vacacional significaba que tenía que ponerme a limpiar la casa de pies a cabeza, aunque en realidad las cosas inservibles que acumulábamos no desaparecían del todo.

Ella me miró mal y continuó: -Está bien.

-¡Yay!

-Te la vives en la calle -argumentó y yo me quejé una vez más, señalando a Alonso, para que dejara de recriminarme todo tipo de cosas frente a él. -Bien.

-Vamos a ir con mis hermanos -Alonso ahogó una risita -A jugar boliche.

-¿En serio? -sonreí.

A Diego lo había conocido el día de mi fiesta de cumpleaños y en realidad no había charlado demasiado con él. Y el pequeño Braulio me daba curiosidad, era una mini versión de Alonso.

-Sí.

-Bien -mi madre llamó nuestra atención -Con cuidado.

Me despedí rápidamente de ella con un beso en la mejilla y luego Alonso y yo salimos de la casa.

● ● ●

-¡Estás haciendo trampa! -me quejé al ver como Alonso ganaba una vez más. Sus dos hermanos se mostraron de acuerdo conmigo y la novia de Diego se limitó a reírse, ella había ganado por lo menos uno y yo seguía fracasando.

-No es cierto -Alonso se rió -Solo eres ma...

-Di «mala» y te lanzo esto -señalé la bola de boliche en el canal -A la cabeza.

Se rió una vez más e hizo una seña de ponerse un cierre en la boca. Yo me quejé un poco más, mientras el siguiente juego comenzaba, Diego era el primero. Me senté junto a su novia mientras los observaba y nos pusimos a platicar.

Ese fue el juego que finalmente logré ganar, y aunque Alonso y Diego fueron quienes más ganaron, al menos no había quedado como toda una perdedora. O eso creía.

Íbamos saliendo del boliche y otro grupito de chicas iba entrando. No sabía qué tan bien podía terminar eso así que me puse al lado de la novia de Diego mientras salíamos a pesar de que Alonso tiró un poco de mi muñeca.