Man On A Wire || a.v.

XXXI

There's a chance that we might fall apart before too long.

Nicole

Llevaba aproximadamente media hora explicándole a mi equipo de finanzas cómo nos íbamos a arreglar para que el trabajo quedara bien y no tuviera que reunirme con ellos fuera de la escuela. En primer lugar, no me gustaba eso de vernos fuera de la universidad, y en segundo, podían tener 19 y 20 años; pero actuaban como si tuvieran 10 y era obvio que no iban a trabajar.

Cuando finalmente comprendieron, tomaron sus cosas y se fueron así nada más. Estaba segura que en algún punto de la tarde, iban a llenar el grupo de whatsapp con sus dudas y comentarios, y al final iban a optar por no trabajar. Porque así era esto. Por lo menos esta vez me había tocado hacer equipo con Paty también, así que compartiría le trabajo con ella.

-¿Y...? -puso su mano en mi hombro -¿Ya regresó Alfonso?

-Al...

-Ya sé que se llama Alonso -se rió -Pero es más divertido decirle Alfonso, porque te enojas muy chistoso.

-Ay, mira que simpática eres- le di un codazo -Regresó el fin de semana -levanté mi mochila del suelo y guardé el resto de mis pertenencias dentro de ella. -Llevamos a mi sobrina al cine.

-Ay qué bonitos.

-Lo sé -batí las pestañas de manera exagerada y solté una risita.

-¿Cuándo vas a verlo de nuevo?

-No lo sé, va a estar ocupado. Tienen su nuevo y "súper renovado" concierto en unos cuantos días, tienen mucho que ensayar -hice las comillas con los dedos y ella sonrió.

Bajamos charlando sobre el fin de semana hacia la cafetería como de manera usual. Me iba diciendo de algunas cosas que había hecho con el grupo de la iglesia a la que pertenecía, de verdad tenía envidia de lo sociable que era. Yo no sabía cómo ser así, o sea, siempre me prometía intentarlo pero simplemente se me dificultaba.

-¿Es una broma? -me detuve en seco en el último peldaño y miré hacia el claustro. Reconocería esa cabellera rubia donde fuera, muy literal. Paty me volteó a ver y luego a donde yo estaba viendo y soltó un chillido.

-¡Vino por ti a la escuela! ¡Qué lindo! ¡Corre! -me jaló y casi tropiezo con mis propios pies.

Algunas personas lo observaban mientras él se balanceaba sobre las puntas de sus pies, mirando hacia los salones de la primera planta.

-¿Buscas a alguien? -me detuve detrás de él, cruzándome de brazos.

Alonso sonrió. -¡Hola bonita! -envolvió sus brazos a mi alrededor.

-No vayas a... -mis pies se despegaron del piso ligeramente -Levantarme -gruñí y él se rió, mis pies tocaron el suelo nuevamente por fin.

-¿Sorpresa? Espero que no te moleste que haya venido por ti.

-¿Bromeas? Era como mi sueño -admití y me rasqué el cuello de manera incómoda. Él iba a pensar que era súper rara. -Ignora eso. -me dio un beso en la mejilla y se encogió de hombros.

Me despedí de Paty de lejos al igual que él y luego bajamos al estacionamiento.

-¿Cómo es que te dejaron entrar? -cuestioné. Normalmente te ponían miles de trabas si no llevabas el distintivo de la universidad en el coche o tenías una buena razón para entrar.

-Dije que venía por informes -enarcó las cejas.

-¿Y te creyeron?

-Pues parezco universitario, ¿Qué te pasa?