Man On A Wire || a.v.

XV

Alonso

-En verdad no entiendo tu punto -repitió Bryan.

-Qué raro -repliqué de manera sarcástica -Mejor olvídalo.

-Es que ni siquiera tiene sentido ¿sabes? -Bryan cruzó las piernas -Si te interesa lo que la gente piense, pues no va a funcionar.

Le estaba a contando Bryan los acontecimientos de los últimos días, lo cual por supuesto incluía la salida con Nicole y el asunto de Blanca en el día paracaidismo, con lujo de detalle sobre lo que me dijo.

-Tal vez Blanca tiene razón, Bryan -me tallé las sienes -Y será mejor que no le diga nada.

Bryan puso los ojos en blanco. -¿De verdad? ¿Ahora vas a tomar en cuenta la opinión de tu ex-novia?

Hice una mueca. -Pues es que...

-Alonso -se puso de pie -Tus ex-novias siempre van a estar contra ti, especialmente ella.

-Pero tal vez tenga un punto...

-¡Que no lo tiene! -exclamó Bryan entonces. -Ella fue la que te puso el cuerno y tú estás como todo un imbécil escuchando la basura que dice.

Me quedé callado por unos segundos mientras Bryan me miraba fijamente. -Pero es que...

Bryan gruñó. -No sé a qué le tienes tanto miedo, Alonso.

Creo que ni siquiera yo lo sabía. Volvía a estar en desacuerdo conmigo mismo, esto se estaba tornando en un problema de verdad; una parte pensaba que ella era el amor de mi vida porque aparentemente estaba unida a ella y todo eso, la otra me insistía en que todo este asunto era una basura y no debía arriesgarme a que me rompieran el corazón de nuevo, o a que yo hiciera lo mismo con ella.

A veces estar destinado para una persona no significa que puedas estar con ella.

-Creo que ni yo estoy seguro -bufé.

-Entonces haz algo al respecto.

-Lo haré... eso creo -me mordí el labio y Bryan suspiró.

Nicole

Después de dos meses de vacaciones, las clases finalmente comenzaban al día siguiente. Estaba en esa etapa en la que ya estaba bastante cansada de las vacaciones porque ya no encontraba en qué entretenerme, así que no me molestaba tanto volver a la escuela. Excepto tal vez porque tendría que verles las caras a todas las personas que no me agradaban, no eran muchas porque yo no conocía mucha gente.... pero igual. Estudiar negocios era una cosa, lidiar con la gente que también estudiaba conmigo era otra completamente diferente; y las dos eran relativamente complicadas.

Lo único que me quedaba era disfrutar del último día de vacaciones, que por casualidad resultaba ser San Valentín. En este fabuloso día, nótese el sarcasmo, los únicos que me regalaban algo eran mis padres; normalmente era algo sencillo como un globo y unos jeans nuevos. Mis amigas me daban chocolates y golosinas por el estilo pero eran por mero compromiso, no sabía si eso era peor que no recibir nada.

Había convencido a mi primo que me llevara al cine y había corrido con suerte porque me dejaba conducir. Era realmente estúpido pero conducir era de mis cosas favoritas, de verdad. En fin, antes de eso, habíamos ido a desayunar con Lucy que aún tenía algunas cosas que aclararnos sobre la boda. Después fuimos al cine y para mi... no sé si buena o mala suerte, me llevó a una cena con su mejor amigo y los papás de este. Demasiada socialización por un día, especialmente con lo que me esperaba al otro día.

-¿Pues a donde fueron? -preguntó mi mamá cuando crucé la puerta. -Todo el día afuera.

-Shhh -me quejé -Me duele la cabeza.

Ella arqueó las cejas. -Tómate algo y ya vete a dormir, entonces.

-Ya voy -me quejé una vez más y arrastré los pies hacia la cocina. Prendí la luz y me quedé observando lo que había en la mesa. -¿Qué es eso? -pregunté metiendo las manos a los bolsillos.

-Tú dímelo -argumentó mi papá cruzando los brazos, ya había llegado a la cocina y estaba detrás de mi mamá, quien parecía ligeramente emocionada al respecto, así que me acerqué lentamente, con el rostro ardiendo y tomé la flor.

-Es bonita -balbucee y luego tomé la tarjeta, no decía nada muy comprometedor solo "Feliz Día de San Valentín -Alonso"

Pero de todas formas puso una sonrisa muy estúpida en mi rostro.