III

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Nicole.

Cuando no tienes amigas a las que les gusta la misma banda que a ti, no tienes muchas opciones. Vas sola a los eventos de ésta, o como yo, vas con tu mamá.

A pesar de tener 18 años, no me dejan conducir demasiado; y en este caso, no me iban a dejar ir sola cuando, por experiencia, mi mamá sabia el desastre que se hace en estos eventos. No es que ella hubiera ido a muchos, pero veía la televisión, y sabía que CD9 era el grupo de moda y que, por ende, el caos estaba a la orden del día cuando se trataba de ellos.

Así que antes de que dieran mas nueve de la mañana, mi mamá y yo ya estábamos haciendo fila para que yo viera a "los amores de mi vida". O como ella los llamaba "los amores de mi vida, por ahora". 

Mamá me dejó sola en la fila en cuanto pasamos a la parte de las barras, para no tener que ocupar más espacio, pero aún me observaba desde la parte de atrás. Eso de socializar no se me daba muy bien, cuando intenté hablar con algunas de las chicas lo único que hicieron fue ignorarme, después de darme una buena barrida. No era la primera vez que me pasaba pero igual me hacían sentir mal. Se suponía que estar en un fandom te debía acercar a gente con tus mismos gustos y hacías muchos amigos, pero supongo que no era mi caso.

Era la una y media de la tarde cuando por fin dieron señales de vida. Yo ya estaba que me moría. Hacía calor, luego se nublaba, luego salía el sol de nuevo. Incluso había lloviznado un poco. Para cuando estaba a unas cuantas personas de pasar a ver a CD9, mi cabello estaba totalmente despeinado y mi cara color rosado, con cierto ardor en las mejillas y en la frente. 

Genial.

Como pude, traté de aplacar mi pelo con los dedos, mientras las chicas a mi alrededor se ponían polvo en la cara de manera desesperada.

Ni siquiera tenía agua, tal vez me desmayaría antes de llegar con ellos. Eso sería trágico. Me reí para mis adentros recordando una playera que le había visto a otra chica en un concierto: "Si me desmayo, no me saquen", pero para mi, los managers de CD9 harían cualquier cosa por deshacerse de chicas que pudieran representar un problema.

Pero todo iba a estar bien, y lo supe porque todo signo de deshidratación o cansancio se desvaneció cuando subí el primer escalón hacia ellos.

Una parte de mí no podía creer que fueran reales. La otra estaba tan segura de eso que creí que me bloquearía.

Cuando finalmente fue mi turno, antes de que Sandra terminara de preguntarme junto a quien quería estar... Bueno, yo ya me encontraba en los brazos de Alonso Villalpando.

Desee que fuera así siempre, me refiero a que da unos abrazos tan bonitos que yo no me quería soltar por nada del mundo. Era uno de esos abrazos en los que sientes que no podrías estar en un lugar más seguro, como si encajaras perfecto ahí. Pero seguro era solo mi imaginación y las ganas de sentir eso porque Alonso era mi celebrity crush.

Alonso Villalpando era muchísimo más guapo en persona. Literalmente era como un muñequito, con ojos brillantes y cabello pelirrojo. A pesar de que también lucía ligeramente cansado, su sonrisa alcanzaba sus ojos y hacía que su nariz se arrugara ligeramente.

Lástima que esto solo me duraría máximo 3 minutos y yo volvería a esa realidad donde lo tengo que ver diario solamente en la pantalla de mi celular.

Solo que cuando él me llamó «bonita», yo casi me pongo a saltar ahí mismo. Cuando tu amor platónico te dice bonita, jamás lo olvidas. Sabía que era el tipo de comentario que alguien como Alonso —me refiero a una celebridad —le dice a todas y cada una de sus fans, pero quería atesorar ese comentario, quería que fuera solo para mi. 

Él me miraba de una manera extraña mientras yo me alejaba; como si buscara algo. Sus ojos entornados y con su labio inferior atrapado entre los dientes. Yo no hice más que mirar hacia él un par de segundos más antes de que el staff apretara mi mano para apresurarme a bajar, al menos habían tenido la decencia de preocuparse por que yo mirara por donde iba.

Cuando llegue con mi mamá, no pude hacer otra cosa que echarme a llorar.

—¿Lo viste? —repetía —Él me llamó bonita ¡Quiero abrazarlo otra vez!

Ella hacía lo mejor que podía por consolarme mientras otras de las mamás que esperaban ahí nos veían extrañadas, y otras sonreían, esperando una reacción similar de sus hijas. Yo de verdad solo quería volver allá arriba y tener otro abrazo de su parte. Era casi ridículo.

Nos dirigimos al centro comercial para buscar algo que comer y luego irnos a casa, mi mamá estaba bastante cansada, y yo también. El sol casi siempre me hacía daño y esta vez no era la excepción, además con la lluvia esperaba por lo menos, un intenso dolor de garganta al día siguiente. Una pesadilla para recordarme el sueño del día anterior.

De igual forma no me importaba en ese instante.

Hasta la mañana siguiente cuando la realidad me golpeara en la cara: Probablemente pasaría mucho tiempo hasta que yo volviera a verlo en persona.


Man On A Wire || a.v.Where stories live. Discover now