Man On A Wire || a.v.

XIII

Alonso

-¿Podrías dejar los ojos fijos en un solo lugar? ¡Estás volviéndome loco! -exclamó Freddy, recién se había sentado junto a mi cuando Jos le había pedido cambiarle el lugar.

-Deja de verme entonces -le contesté con un leve encogimiento de hombros.

-Es inevitable, pareces ansioso.

-No lo estoy.

Era mentira. Sí estaba un poco nervioso pues hace un par de días se había hecho un pequeño drama por una foto de Nicole conmigo en el cine. Pero todo el mundo lo había dejado pasar, excepto los managers... y Bryan. Y no solo eso, no dejaba de pensar en lo que la anciana había dicho, como si ella supiera lo que yo podía ver, como si ella pudiera hacerlo también. Además, Nicole ya había preguntado qué ocurría, mas bien exigido que yo le dijera, ya que al parecer la viejita la había acosado cuando ella también había ido a la plaza con su madre. Eso me tenía pensando que tal vez debería decirle lo que ocurría, pero vamos, ¿Cómo le dices a una chica que estás destinado a estar con ella sin sonar como un loco y ahuyentarla? Especialmente cuando llevas hablando con ella un mes y medio. Eso era realmente extraño.

Freddy me dio un golpe en la cabeza. -No sé qué te pasa, pero más vale que te detengas -en realidad él tenía un buen punto, digo, íbamos en un avión y parecía que yo estaba a punto de tener un ataque de nervios, no era una buena señal.

Bryan se asomó en medio de los asientos. -¿Vas a volver a ver a Nikki cuando lleguemos? -subió y bajó las cejas repetidamente mientras mostraba una sonrisa.

-No lo sé -hice una mueca -Tal vez.

Esta vez, Bryan me dio un golpe. Si lo pensaba bien, había recibido suficientes golpes en mi vida para que lo que fuera que estuviese mal en mi cabeza se arreglara; desgraciadamente no lo había hecho.

-¿Por qué no lo sabes? -insistió Mouque.

Resoplé. -Solo no lo sé, Bryan ¿Por qué no te duermes o algo? -él me miró mal pero se hizo hacia atrás para recargarse en su asiento.

● ● ●

No había tenido oportunidad de llamarle a Nicole en los últimos días. A diferencia de Bryan que hablaba con Jimena bastante seguido.

¡Felicidades Bryan! Tú sabes qué hacer porque no sabes que ella es tu ella.

Tal vez solo me estaba haciendo tonto, bueno no «tal vez», la verdad era que sí me estaba haciendo tonto.

-¿Hola?

Mi estómago dio un vuelco cuando escuché su voz.

-Hola Nikki.

-Hola Alon...so -soltó una risa nerviosa.

Sonreí. -¿Aún quieres ver esa película que dijiste?

-P-pues sí.

-¿Vamos mañana? -sugerí.

-Sí, sí quieres.

-Está bien, nos vemos mañana temprano.

-Okay - contestó, pude percibir una sonrisa en su tono. Y no fue necesario que mirara mi pecho para saber que podía ver el Hilo. Ya era valgo que podía sentir en mí mismo, me iba a volver loco.

Había conocido a esta chica hacía dos meses y no podía sacármela de la cabeza. Pero aún dudaba si era una buena idea decirle lo que en realidad estaba pasando.

Tenía menos de 24 horas para decidirlo.

● ● ●

-Solo espero que no nos crucemos con esa señora otra vez -dijo Nikki cuando la plaza estuvo visible.