Man On A Wire || a.v.

XXXII

If you let go, then just let go. It's disrespectful how you've handled this.

Alonso

-¿Por qué se enojaron Nikki y tú ayer? -preguntó Bryan. Rasgaba el hoyo de su pantalón, haciéndolo cada vez más grande.

Bufé. -Fue una tontería.

-Si fue una tontería ¿por qué te molestó tanto?

-Porque... -suspiré -Me molesta que su ex le hable y ella crea que es porque solo quieren ser amigos, sí como no.

Bryan dejó de luchar con su pantalón y me miró. -¿En serio, Alonso?

-Y además fue al dichoso concierto con él y...

-¿Es que eres idiota? -alegó. -Te molestas por eso y...

Lo interrumpí. -¡Además me lo gritó de la nada afuera de su casa!

-¡Al menos ella te lo dijo! -exclamó. -Porque te conozco, Alonso, y sé que no le has contado que Blanca te siguió hasta España.

Me quedé callado unos segundos. -Nos encontramos por coincidencia.

-No seas... -soltó un gruñido que impidió que terminara su frase. -Blanca te siguió a España con su hermana y esa es la verdad.

-Blanca y yo somos amigos -declaré.

-¿Crees que eso es justo para Nicole? -se cruzó de brazos, una expresión molesta instalada en su rostro. -¿Tú sí puedes ser amigo de tu ex y ella no?

-Yo sé que ese tipo no quiere solo "ser su amigo", Bryan.

-¿Y crees que Blanca busca ser solo tu amiga? No seas tonto, Alonso.

-Es la verdad...

-Sólo cállate. Espero que no te arrepientas cuando ella se entere por alguien más sobre Blanca.

-Se lo voy a decir, Bryan, cuando no esté molesta.

-Claro, Alonso, cómo no.

Estuvimos ensayando gran parte del día. Y la verdad fue que no me sorprendió que Nikki no llamara; después de todo estábamos enojados. Supongo ambos teníamos la culpa, aunque había sido yo quien no había querido escucharla; además tendría que buscarla para explicarle lo de Blanca antes de que alguien más lo hiciera.

Fui a su casa por la tarde. Esperando que no hubiese ido a ningún lado y estuviera dispuesta a hablar conmigo.

Después de tocar el timbre varias veces, ella aún no abría la puerta. Ni siquiera su mamá. Aunque podía escuchar los ladridos de su mascota del otro lado. Estuve a punto de regresar a mi auto hasta que la escuché.

-No voy a abrir la puerta -murmuró -No sé quien es -su mascota lloró un poco.

-¿Nikki? -llamé.

-Genial -masculló -Gracias, pedazo -otro par de ladridos.

-¿Puedo hablar contigo? -toqué la puerta con los nudillos.