XLVI

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Nicole

¿Alguna vez han pensado que tienen alguna especie de defecto que no quieren aceptar? Bueno yo, aparte de los muchos que aceptaba que tenía, había uno que no, pero que estaba bastante consciente de que estaba ahí. Y la verdad era que, aunque sabía que todo el mundo se daba cuenta, yo no estaba dispuesta a aceptarlo en voz alta... hasta que Alonso me dijo aquello.

En parte, todo era mi culpa, por vivir en mi mundo de fantasía donde todo era perfecto y yo hacía a un lado mis responsabilidades y evadía mi inminente realidad y la de los que me rodeaban. Llámese: «Alonso es parte de una boyband»

Salir con alguien así, no era como Starstruck, por más que lo quisiera.

Así que cuando él mencionó que iban a comenzar su «fabuloso Tour por Latinoamérica, etc» Yo me quedé muda unos cuantos segundos y luego cuando reaccioné, mientras él me miraba expectante, lo felicité y demás. Estaba emocionada, y estaba feliz por él pero... pero, también pensaba que algo estaba mal.

Solo que no iba a decírselo.

-¡Lo olvidé por completo! -exclamé, colándome en la oficina mientras el que había sido mi maestro de matemáticas un par de semestres atrás, salía. Me miró mal mientras cerraba la puerta tras de sí y yo me detenía frente al sofá color azul, donde mi amiga me estaba esperando.

-Te lo advertí -dijo, levantándose del sillón.

-Ay, pero llegué -alegué, intentando recuperar el aliento. Había corrido desde la estación del metro hasta la oficina y estaba que me moría, necesitaba comenzar a hacer ejercicio.

-Una hora tarde.

-Estaba entregando algunas cosas, ¿sabes? -inhalé con fuerza -Uff, es la última vez que corro.

Patricia puso los ojos en blanco. -Te voy a meter al gimnasio conmigo este semestre.

-No lo harás -le di un golpe en el brazo, que ella retornó de inmediato -Ya. Vamos a firmar y ya.

Ella había hecho nuestro proceso de inscripción porque en efecto se me había hecho tarde. La verdad era que había sido mi culpa porque cuando José Luis me pidió que entregara los papeles, lo había pospuesto -como casi cada responsabilidad que me era asignada- y se me había venido el tiempo encima.

Mientras buscaban una vez más nuestros expedientes para hacer los descuentos respectivos y ponernos en un salón juntas.

-Oye, ¿Qué tal fue el cumpleaños de tu papá? -preguntó, una vez que se le pasó lo enfurruñada.

-Bien -sonreí de manera nerviosa -Fue toda mi familia, ya sabes... incluso Alonso.

Arqueó las cejas. -¿Y qué tal resultó eso?

-Bastante bien, se caen bien -me encogí de hombros -O eso creo.

-¿Eso crees?

-Eso creo -asentí -Qué estrés, no quiero volver a la escuela.

-Todavía falta, no te quejes.

-Ay -bufé -Es que... no.

-Estará bien, ya acabamos el primer año, ¿No estás feliz?

-¡Súper! -exclamé, intentando no sonar sarcástica.

-Estás rara, Nicole -argumentó entonces -¿Qué te pasa?

-Solo estoy distraída, lo siento.

-Como digas -alzó los hombros -Pero voy a decirte lo de siempre, sabes que puedes contarme.

-Sabes que lo agradezco -pasé mi brazo por su cuello y le di un apretón, cosa que hizo que ella se quejara.

La chica de administración volvió y nos explicó que los horarios nos llegarían por correo electrónico, solo hacía falta que pagáramos y ya. Le agradecimos antes de salir de la oficina.

-¿Vas a regresar a tu trabajo o qué?

-Em... -miré la hora en mi celular -No lo creo. José Luis me dio el resto del día por si me tardaba demasiado aquí.

-¿Entonces quieres que te lleve o algo?

Negué. -Alcanzaré a mi papá en su trabajo, no te preocupes.

-Está bien -se despidió de mi con abrazo y luego la vi desaparecer por las escaleras al estacionamiento.

Yo regresé a la oficina.

● ● ●

-Hice algo que no debía -musité, tragando con fuerza.

Patricia dejó presionar el botón del control remoto y me miró fijamente. -¿Qué quieres decir con eso?

Estábamos en mi casa, viendo películas de Disney unos cuantos días después.

-Que hice algo malo.

-Nikki... -parpadeó varias veces seguidas.

Tomé un respiro profundo y comencé a mover algunas cosas en mi cuarto hasta encontrar lo que estaba buscando y se lo tendí.

-¡¿Es en serio?! -chilló -Creí que no lo querías.

-No lo quería -repliqué -Ese es el problema.... No sé porqué lo hice.

Solte un suspiro tembloroso y me senté de nuevo. -Alonso va a irse.

Frunció el ceño y abrió y cerró la boca varias veces, luego me regresó la hoja que tenía en la mano. -Okay.

-¿Okay? -sacudí la cabeza.

-¿Lo hiciste para probarle que tú también podías irte? -preguntó entre dientes.

Me había inscrito a un intercambio y no sabía porqué. Aunque aparentemente Patricia ya lo había adivinado.

-No -contesté y me froté las sienes.

-Sí -asintió varias veces -Quieres probarle que no es el único que puede irse.

-¡No se trata de eso!

Sí se trata de eso.

-¿Y él ya lo sabe? -arqueó las cejas.

-No, nadie lo sabe -agité las manos -Aún puedo rechazarlo, creo. Solo es a Colorado, basta.

-¿Crees?

-¿Quieres escucharme por un minuto? -exclamé -¡Fuiste tú quien insistió en que lo tomara!

-¡Solo si tú lo creías conveniente, no para probar un punto incorrecto!

-¡No intento probar nada! -me pasé las manos por el cabello -Solo... solo quise hacerlo y lo hice.

Desde que había vuelto ese día a la oficina de la escuela, me repetía a mi misma que había tomado la decisión por «ser valiente» y querer hacer algo de mi vida... o algo así, ni siquiera me acuerdo de cuál exactamente era mi mantra.

Pero la verdad era todo lo contrario. Había ido ahí por cobarde, porque sentía la necesidad de escapar de todo lo que implicaba mi relación últimamente y también en un futuro bastante cercano.

Porque me asustaba la distancia y más que nada el compromiso.

Me daba miedo que todo el mundo dijera que iba «muy en serio» y yo insistiera en negarlo; y eso significaba que había algo mal en mi.

Así que había decidido huir de lo que me asustaba, porque así era yo.

Patricia asintió por enésima vez. -Supongo que vas a tener muchas cosas que hacer los próximos días -retomó el control remoto -Así que te serviría despejar tu cabeza por un rato y luego encargarte de eso.

Volví a tomar mi lugar y le agradecí en voz baja, ella no contestó y le dio play a la película.

Man On A Wire || a.v.Where stories live. Discover now