XXXV

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If I could say the things that I wanna say, I'd find a way to make you stay.

Nicole

Bufé de manera involuntaria. -Hola Misa.

-¡Qué sopresa! -me miró fijamente unos segundos -Qué guapa estás.

Sonreí un poco incómoda. -Gracias.

-¿Vienes con tu amigo?

Miré hacia arriba haciendo un mohín. -Con unos amigos -arqueó una ceja -No viene Alonso.

-Ah, pues qué lástima. Te ves muy bien.

-Pues muchas gracias -sonreí -¿Y tú? ¿Vienes con tu novia?

-Diego no es mi tipo -hizo una mueca y luego se rió. El hoyuelo de su mejilla se hizo presente y me odié por mirarlo fijamente.

Me sentía mal de no haber respondido sus llamadas o mensajes, después de todo él no había hecho nada malo.

-Apuesto a que se pondrá triste de oír eso -bromee.

-No lo creo -se rió otra vez -¿Cómo has estado, Ojitos?

-Ocupada -repliqué de inmediato -Ya sabes, la escuela.

-Claro, claro. Pero qué bueno que puedas salir a divertirte.

-Lo intento -ladee la cabeza para asomarme detrás de él, Paty me observaba arqueando las cejas.

Nos quedamos ahí platicando un buen rato, al menos no tocó el tema de mi falta de comunicación con él, o el de Alonso. Lo cual agradecí bastante.

-No no -intenté retirar mi mano de su agarre -Yo no bailo, ni de chiste.

-Yo tampoco -se encogió de hombros y avanzó un par de pasos más -Pero podemos intentarlo.

-No gracias -sacudí la cabeza.

-Vamos, podemos hacer el ridículo juntos.

-Mejor no hay que hacerlo del todo.

La verdad fue un caos y nos arrepentimos a los pocos segundos de haber intentado bailar del todo, así que volvimos a nuestro lugar de antes en medio de un ataque de risa. Me hubiera muerto si esto hubiese pasado en la Preparatoria, cuando de verdad me gustaba muchísimo.

-En serio te ves muy bonita -Misael me estaba mirando fijamente.

-Ya, gracias -me pasé un mechón de cabello detrás de la oreja y él puso su mano sobre la mía. Contuve la respiración mientras el reducía el espacio entre nosotros.

Oh, no.

-Esto... no, no. -giré el rostro y Misael soltó un bufido, aunque no apartó su mano de mi nuca. -No -repetí, aunque ya no sabía qué estaba negando. Su mano bajó hasta mi hombro, tocando levemente mi clavícula.

-¿Nicole?

Las luces parpadeantes cruzaron de manera fugaz el rostro de Alonso, de pie detrás de Misael. Su mandíbula apretada y sus ojos fijos en mi.

Mierda.

Me quedé muda, observándolo mientras él me regresaba la mirada.

-Alonso ¿verdad? -Misael se apartó y lo miró.

Alonso lo ignoró. -¿Nikki?

No encontraba qué decir.

-Creo que Nicole no quiere hablar contigo -Misael me miró y luego lo señaló -¿Por qué no te vas?

Man On A Wire || a.v.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora