XXXIII

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Now that I'm without your kisses, I'll be needing stitches.

Alonso

-¿Lo hiciste a propósito?

-¿El qué? -Blanca se acomodó el cabello sobre el hombro y me miró fijamente.

-¿Por qué subiste esa foto? -pregunté de nuevo -¿Por qué?

-Ay -suspiró -Ya sé de qué va esto -bebió un poco de café y se tomó su tiempo en responder. -Tu amiguita esa ahora está molesta contigo ¿no?

-Se llama Nicole -mascullé -¿Por qué lo hiciste?

-Porque es mi foto, es mi Twitter y yo puedo hacer lo que yo quiera -sonrió.

-También es mi vida, Blanca, y no puedes decidir cosas así nada más por tus ganas.

-Se lo advertí a Nicole -cruzó las piernas -Ibas a lastimarla y lo hiciste ¿verdad? También te lo dije a ti.

-Esa fuiste tú -entorné los ojos -Esto es tu culpa.

-Mejor aún -se rió.

Tomé una bocanada de aire y puse las manos sobre mis piernas; intentando ocultar el temblor que las recorría. Estaba furioso.

-No dejaré que hagas esto -me puse de pie y ella recargó los codos sobre sus rodillas.

-Pero si ya lo hice -me mostró otra sonrisa burlona antes de que me alejara.


● ● ●

-¿Serías tan amable de explicar porqué Nikki no quiere hablar con nadie de nosotros? -Alan se cruzó de brazos. -Porque sé que tiene que ver contigo.

-No quiero hablar al respecto -repliqué tallándome la frente.

-Pero tal vez quieras hablar de la foto de Blanca ¿no? -esta vez fue Bryan -Te lo dije.

-Eso -lo señalé -Es lo que menos necesito ahora, Bryan.

-Lo siento, Alonso. Pero es la verdad.

-¡Ya lo sé! -grité.

Mis dos amigos arquearon las cejas y me observaron por unos segundos. -¿Qué ocurrió? -preguntó Alan en tono conciliatorio.

-Bueno, Nikki cree que Blanca y yo estuvimos «juntos» en España y que todos ustedes me ayudaron a ocultárselo -expliqué de mala gana.

-¡¿Qué?!

-Sí, así es -asentí pesadamente.

-¿Y qué le dijiste?

-Que no era cierto, obviamente, Alan -suspiré -Pero ella no quiere verme, además, soy un idiota y ni siquiera sabía qué decir.

-Pero es que no es nuestra culpa -insistió el moreno -No puede cortarnos a nosotros también.

-Alan -siseó Bryan dándole un golpe en el hombro.

-Ella no ha cortado conmigo -alegué.

-Porque nunca anduvieron -Alan se llevó otro golpe de parte de Bryan y por poco uno mío. -Es la verdad, te acobardabas siempre, Alonso.

-¿Pueden dejar de atacarme por un segundo? -gruñí -Ya sé que cometí un error.

-O... -miré mal a Alan así que cerró la boca.

Los tres nos sentamos en el piso. Jos y Freddy aún no llegaban y teníamos que ensayar todos juntos.

-¿Y qué vas a hacer? -preguntó Bryan haciendo siluetas con el dedo en el suelo.

-Intentar hablar con ella de nuevo -miré hacia el techo -No la voy a dejar ir tan fácil.

Alan sonrió de lado y me dio unas palmadas en la espalda. -Bien dicho.

-¿Llegamos muy temprano o qué? -se quejó Bryan y miró el celular -¿Dónde está tu primo?

-Y yo qué sé -contestó Alan.

Ambos se pusieron a charlar mientras yo me entretenía en el teléfono. Abrí Twitter nada más para sentirme un poco peor conmigo mismo. El feed estaba lleno de comentarios sobre la foto de Blanca, sobre sus teorías de cómo habíamos regresado y sobre "qué había pasado con aquella chica de la pista de hielo".

"@NikkiftVillal ha twitteado: This is the last time I'm asking you why, you break my heart in the blink of an eye"*

Me quedé viendo el tweet por unos minutos, sintiéndome incluso peor que antes.

"@soyalonsovillal: It's not over tonight, just give me one more chance to make it right"**

-¿Neta, Alonso? -Alan se asomó por encima de mi hombro -¿Van a jugar a las indirectas?

-Cállate.

-Está bien, como quieran.

"@NikkiftVillal... Usuario no encontrado"

Solté un gruñido y bloquee el teléfono. Esto solo parecía empeorar.


Pasaron un par de días más y Nikki no hablaba con ninguno de nosotros. Especialmente conmigo, como es obvio. A pesar de que no me había bloqueado ni nada parecido, se limitaba a dejarme en visto y su Twitter seguía desactivado.

No podía sacarme de la cabeza sus palabras: "Fui tu «mientras»". Simplemente no comprendía cómo podía pensar eso. Jamás le había mentido, y jamás la utilizaría de esa manera, ni a ella ni a nadie.

Después del ensayo de ese día habíamos ido a la plaza a comer helado todos juntos, como si no pasáramos suficiente tiempo sin separarnos. Estaba pagando el estacionamiento cuando cierta mujer ya familiar se me acercó.

-Ay no -bufé.

Con todo lo que tenía en la cabeza. El menor de mis problemas era esa cosa que podía hacer y que la persona frente a mi sabía que podía hacer.

-Qué gusto te da verme -replicó la anciana cerrándose a duras penas el desgastado abrigo que llevaba puesto. -¿Cómo va todo?

-¿Por qué siento que ya lo sabe?

-Porque es cierto -asintió -Te lo dije.

-Los Hilos no tienen nada que ver con esto -contesté, mirando alrededor por si alguien más podía escucharnos.

-Sí tienen -alegó -Arruinaste las cosas pero eso no hace que Nicole deje de ser tu alma gemela.

-¿Eso que quiere decir?

-No sé porqué me esfuerzo contigo, Villalpando -farfulló.

-¿Puede devolverme a Nikki entonces?

-Sí, y te quedan otros dos deseos.

Arquee las cejas, molesto con su tono irónico.

-Deberías arreglar las cosas -comentó.

-No lo había pensado, gracias.

Fue su turno de molestarse. -Seguro ella sería más lista con eso de los Hilos -pausó -Bueno, no. Por eso son almas gemelas -se rascó la barbilla.

No pude evitar sonreír. -¿Algún consejo?

-Deja de lloriquear y haz las cosas bien -asintió y luego se dio la vuelta.





*Esta es la última vez que te pregunto porqué rompes mi corazón en un abrir y cerrar de ojos.

**No se ha acabado esta noche, solo dame una oportunidad más para hacerlo bien.

Man On A Wire || a.v.Where stories live. Discover now