XLIV

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"You and me are the difference between real love & the love on TV."

Nicole

Hacer que mis padres aceptaran había sido lo más vergonzoso de la vida.

Hubo todo tipo de cuestionamientos y advertencias, y un par de amenazas -que será mejor no relatar- pero una semana después me encontraba sentada en medio de Bryan y Alonso en un avión de camino a Cancún.

José Luis había dicho que pensaba darme vacaciones una semana antes de entrar a la escuela de nuevo, pero podía tomar esa semana si quería hacerlo, así que así fue.

-Aún no puedo creer que te dejaran -Alan se asomó en el asiento de atrás.

-Yo tampoco -admití. Una vez, ni siquiera me habían dejado ir a Querétaro con Jimena, así que incluso la noche anterior estuve esperando a que mis papás cambiaran de opinión y me dijeran que tenía que quedarme en casa.

-Pero es bueno que estés aquí -añadió Bryan -Será divertido.

-Eso espero -sonreí.


Hacía un calor insoportable.

En cuanto me bajé del avión fue como si dejara de respirar, había humedad y sentía que me estaba ahogando. Tal vez exageraba... sí, probablemente estaba exagerando. Pero yo era el tipo de persona que prefería el frío a esto.

Me enviaron con Sandra a la camioneta primero, ya que no había tantas fans, Jesús y Abraham podrían arreglárselas solos pasando a los chicos hacia la salida.

Me urgía llegar a nuestro destino pues me estaba muriendo de calor, se me había ocurrido ponerme una sudadera y lo único que traía debajo de ésta era una camiseta interior así que sería una pésima idea quitármela.


Estuvimos un buen rato esperando en el Lobby a que nos asignaran habitaciones a todos, mientras yo sentía que me asaba y soportaba a todos preguntando porqué no me quitaba la sudadera. Pero finalmente les dieron las llaves de los cuartos a los managers y todos subimos. Yo tenía una habitación individual, porque a pesar de que ellos no estaban ahí, esa había sido una de las condiciones de mis papás.

Todos se cambiaron de ropa, incluyéndome, y veinte minutos después estábamos de vuelta en la camioneta; pero al menos ya traía una playera decente.


-Con el calor siempre se despeinan rápido -bufó la estilista mientras presionaba con cierta ira el spray para el cabello.

-Qué horror -sonó más como pregunta que opinión pero a la mujer no le importó y siguió hablando sobre el desastre que iba a ser el cabello de todos diez minutos después de que hubiese comenzado el concierto.

Me levanté por una botella de agua y volví a mi lugar en el sillón mientras Alonso me veía a través del espejo. -¿Alguna vez has pensado qué van a decir tus hijos cuando les muestres fotos de tu juventud y te vean con el cabello rubio? -cuestioné, evitando una risa.

-No creo que a nuestros hijos les importe demasiado -contestó con total naturalidad.

Yo me ahogué con el agua y la estilista se echó a reír mientras mi rostro se tornaba morado, entre la vergüenza y el hecho de que no podía dejar de toser. Alonso se limitó a sonreír mientras yo me hacía un ovillo en el sillón.

● ● ●

-¿Te gustaron los conciertos? -cuestionó Alonso.

-La verdad es que yo solo quería venir por la playa -lo señalé con mi tenedor -No a escucharlos con su "I feel alive" -puse los ojos en blanco y luego sonreí.

Man On A Wire || a.v.Where stories live. Discover now