Capítulo Acht­und­siebzig

351 30 1
                                    

Capítulo 2 Juramento público de orden y obediencia hacia las FMSE

Una vez el aspirante a oficial sea aceptado y haya pasado todas las pruebas de orden mentales, físicas, psiquiátricas, estará en derecho de hacer el juramento frente a todos los compañeros donde se iniciara oficialmente su carrera dentro de las FMSE.

Artículo 9 Juramento.

Yo Nombre del componente, hijo/a de nombres de los padres, juro lealtad, fidelidad y obediencia a las Fuerzas Militares Secretas Especializadas, juro en nombre de Dios y todos los caídos de la patria que tanto en la paz como en la guerra cumpliré mi completo deber con toda mi fuerza y honestidad por el honor y la gloria de las FMSE.

¿Jura ser leal y obediente al líder de las FMSE y al mundo?, cuestionará un superior.

Juro lealtad y obediencia al mayor del comando general y a todos mis superiores, juro lealtad y obediencia al mundo, observaré la ley y cumpliré mis deberes, tareas y misiones como oficial de las FMSE con la mayor decisión y agilidad posible.

Domingo 09 de octubre.
Asteria Magno.
El pabellón Dahaka.
Kioto, Japón.
00:00 horas

Tocó suelo japonés, llevo 4 maletas repletas de armas soviéticas. Los hombres que me han vigilado todo el camino hasta aquí; son quienes las llevan. Llevo solo una maleta con un lanzacohetes antitanques de portátil de origen soviético. Ellos llevan 3 más, al bajar las escaleras del Jet veo al hombre que actualmente está al mando de las tríadas y se va a casar para fortalecer las relaciones con los Yakuza. La mafia Japonesa a la cual Nala mato al samurái, por ende no hay un heredero barón y la hija mayor, Aoi, debe casarse por conveniencia.

El hombre lleva un traje oscuro. Me mira de manera crítica tratando de descifrar un enigma.

    —¿Tu rastreador? — Cuestiona el hijo de puta.

    — No he tenido uno desde que me secuestraron —. Le informo ya que se corrió en las cloacas y lo sacaron para arreglarlo, después me secuestraron. No ha dado tiempo para volverlo a colocar en mi cuello. Camino hacia él y lo miro.

    — Espero realmente que esto no sea una trampa —. Digo al Asiático. Tiene rastros un poco rusos también. Me tiende la mano para llevar la maleta, se la doy, ya que es pesada.

    — Si fuera una trampa no estarías aquí, estarías con Ikram —. Eso tiene mucho sentido —. Vamos a ir en coche hasta al templo en donde se llevará a cabo la ceremonia.

Afirmó mientras caminamos.

    —Antes vamos a un almacén —. Me dice —. Para entrar en el almacén no debes ser detectada.

    —¿Dónde? — Le pregunto conociendo que me debo esconder.

    — Maletero —. Afirmó. Nadie debe saber que estamos los dos en esta “misión” caminamos hacia el coche y Zinov. Él presiona un mando a distancia, abre el maletero, me tiende la mano. La tomo entrando en el espacio oscuro. Llenan el maletero con las maletas ocultándome. Cierran la puerta de forma agresiva. Poco después siento como el coche se hunde bajo peso de personas y como se mueve.

Respiro veo todo oscuro y estoy acurrucada, ya que soy un poco larga, así que no estoy completamente estirada. Veo el vendaje de mis manos. «No estoy sola», Signe está conmigo en mis manos. Pasa mucho tiempo al rededor de una hora, si no tengo alterada la percepción del tiempo, estoy aburrida, pudo ser menor el trayecto. Respiro con dificultad, ya que siento demasiada calor, estoy inhalando dióxido de carbono. Este lugar no está hecho para trasportar personas. Por ende no tiene la ventilación necesaria.

Cerberus  Where stories live. Discover now