Cerberus

Capítulo Vier­und­sechzig

Capítulo 11 Obligaciones del comandante general.

O1: Los componentes dentro del comando general no deben saber ni conocer las ubicaciones e instalaciones militares.
O2: Es deber del comando solo tener contacto directo con los generales.
O3: Promover un estado de derecho e instituciones inclusivas.
O4: Abogar por el cambio y la igualdad.
O5: Rendir cuentas sobre el trabajo realizado de acuerdo con reglas y estándares acordados.
O6: Apoyar la abolición de prácticas de discriminación en el empleo y la ocupación.
O7: No conocer rostros ni identidades de los componentes en las diferentes fuerzas especiales.
O8: Trabajar con integridad absoluta, siguiendo un código de ética que incluya hacer lo correcto como parte esencial del carácter del comando general de las FMSE.
O9: Contribuir al cumplimiento de los Objetivos de las FMSE
O10: Eliminar todas las formas de discriminación y violencia contra mujeres.
O11: Construir una gobernanza democrática.

Asteria Magno
Viernes 29 de septiembre.
Danzando entre fuego.
Lípetsk, Rusia.

Veo como tiran las piedras, cuando la cuenta llega a cero. Me curvo la boca y doy un paso atrás cerrando los ojos con fuerza al escuchar los gritos de las personas que juegan esta mierda. Mis manos tiemblan ante lo que escucho.

    — Debo ir con Deniska al otro costado —. Habla Signe a mi lado. Niego con la cabeza sabiendo que eso no es sensato. Ya estamos en la plataforma, es cuestión de minutos que esta se eleve y tengamos que bailar como intermedio.

    — No, Signe, ella se controlará. Si estás a su lado, sabrá que podrá actuar de manera imprudente, poniendo nuestras vidas en peligro —. Dice Isabella. Signe niega con la cabeza mientras toma el intercomunicador.

    — Deniska estoy aquí, no estás sola. Yo jamás te dejaré sola, no dejes que esto te afecte —. Dice Signe por el intercomunicador.

    — Voy a torturar a Jian hasta que llore sangre. Me va a tener tanto miedo que se va a orinar encima de él —. Dice Deniska del otro lado.

   — Le enterraré a tu lado el puñal con el cual acabemos con su vida —. Dice Signe. Desde esta mañana están pegadas demás. Ambas se la han pasado pegadas. Deniska odia este día y Signe lo hace aceptable para ella—. No dejes que te afecte.

Tenemos los intercomunicadores para comunicarnos entre nosotras y con los francotiradores. Me alegro escuchar la voz de Sergey ayer diciendo que me estaría vigilando. Los gritos no se dejan de escuchar, he contado los segundos para llevar el tiempo de la lluvia de piedras. Faltan 30 segundos para que acaben. Abro los ojos observando como las piedras generan golpes horribles en los cuerpos de los jugadores. Veo como una piedra impacta contra la mejilla de un sujeto que cae al piso lleno de sangre. Una vez en el piso se convierte en el objetivo de todos y poco después queda sepultado en piedras.

    — Esto es una atrocidad —. Dice Isabella mirando como la sangre sale volando de los cuerpos que reciben cantidades exorbitantes de piedras. «¿Que mierda está mal con el mundo?» ¿Cómo disfrutan ver cómo gente es apedreada?

Los treinta segundos pasan. Las piedras se detienen sé. Los 25 jugadores que se encontraban al comenzar el juego están todos heridos 15 en suelo, agonizando de dolor. Escucho sus gritos débiles y esos gritos se meten debajo de mi mente. El ruido de las cadenas de mi cuerpo me marea produciendo estragos en mi interior.

   —¿Asteria? — Pregunta Isabella. La miro a esos ojos azules verdosos mientras la piel se me eriza. Siento algo en mi pecho. Siento ganas de llorar. El dolor se instala detrás de mi pecho. Esto no es normal, es como si mi mente me dijera que haga algo. Que acabe con este juego. Isabella me abraza, me falta el aire. Las manos me tiemblan, El corazón me palpita con desenfreno.