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▬▬▬▬❈❃❀✿❀❁✻▬▬▬▬ Inocencia. Pureza. Y calidez.
Hay un poco de nostalgia en mí cuando surgen eventos académicos, todos los padres con sus cámaras tomando fotos emocionados y sus hijos irradiando luz, una luz llena de pureza e inocencia de sentirse amados. A veces me recuerdo a mi misma en un rincón sonriendo hasta que duelen las mejillas, aún cuando nadie está allí conmigo, a veces cantando a la nada, a veces bailando sola, a veces agradeciendo por el apoyo a fantasmas.
— ¡Mami! Tomanos una foto a Itadori y a mí.
— ¡Claro que sí! Pero mirense, se miran tan tan bonitos.
Sonrió ampliamente al ver a Megumi y su amigo abrazándose emocionados por el evento deportivo qué se hacía anualmente. Su uniforme blanco estaba totalmente sucios de tierra y sus mejillas estaban ligeramente rojas por el sol. Tomo dos fotografías con la polaroid para guardar una y entregarle otra al amigo de Megs qué se emociona al instante.
— Señora mamá de Fushiguro, ¡Gracias por la foto!.
— ¿Cuál señora?.— Una voz ronca se escucha a mi lado.— Señorita Zen'in, modales, mocoso.
El amigo de Megs se sonroja apenado y asiente con la cabeza avergonzado cuando mira a Toji mirarle por sobre el hombro disgustado. Nuestro hijo niega con la cabeza y suspira para tomar de la mano a Itadori e irse a la siguiente actividad con él.
— T... Tú papá es aterrador, parecía que iba a matarme.— Escucho a Itadori hablar temeroso.
— Descuida, nomas tiene la cara fea, en realidad es un buen papá.
— ¿No te da vergüenza asustar a un pequeño niño?.
Me giré a ver a Toji que estaba de pie a mi lado con sus brazos cruzados, mi rostro arde al sentir sus ojos puestos en mí, más aún cuando me sonríe.
— La verdad no. ¿Lo viste? Casi se orinaba de los pantalones del miedo.— Se burla Toji. — ¿Tan aterrador me veo?.— Hace una pausa cuando mira a Megumi sacudir la mano desde donde esta formado para una carrera de obstáculos.— ¡Tú puedes, hijo! ¡Ganale a todos esos mocosos!
Suelto una risa al verlo tan emocionado, está vestido totalmente de negro y con unas gafas del mismo color, su manzana de adán reluce en su cuello gracias a que los primeros botones de su camiseta están desabotonados permitiendo apreciar su pulcro cuello y el inicio de sus pectorales. Hay voces qué sisean en susurro a un par de metros de nosotros y sólo escucho un "¿Ya lo vieron? Está muy guapo.", "Ojalá venga siempre a las juntas.", "¿Será viudo o padre soltero?", "debería pedirle su número, quizá no esté en el chat de padres de familia."
Muerdo mi mejilla interna al ver a todas esas mujeres babear por Toji, era uno de los pocos padres que había asistido al evento deportivo y parecía ser el centro de atención, ya que desde que llegamos podía sentir todas esas miradas inquietas sobre él; como si todas las allí presentes quisieran devorarlo, y él ni en cuenta.
