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Volviendo a la ciudad construida en lágrimas. Queremos limpiar el desastre que dejamos atrás. Creo que podemos hacerlo bien. Sé que me amas entonces dime, ¿Por qué construyes nuestro hogar a base de secretos?.
Hay tanto amor en sus ojos que la deja ciega en cada movimiento que él hace, siguiendolo ciegamente y haciendo lo que él cree que es lo mejor para ambos, el peor defecto de Jules; hay una infinidad de ellos, pero sin duda es entregar incondicionalmente todo por esa persona que ama y cree que ama.
Después de un par de horas de viaje al fin habían llegado a su destino; el antiguo departamento de Toji. Ahora estaban justo frente a aquella puerta, la mano de Toji sostiene aquella llave manchada de esmalte azulado tratando de quitar la cerradura.
❝ Estoy trayendo a otra mujer a nuestro viejo hogar, ¿No te importa?. Mire a nuestro hijo y me contacto mi hermano del clan, ¿Debería importarme ahora que lo tengo todo con ella?❞
— Sólo será momentáneo, viviremos aquí en lo que conseguimos otro lugar.— El agarre que él mantiene sobre su mano se vuelve más denso, la sonrisa que le dedicó hace que ella ignore ese hecho. — Estoy seguro que mereces algo mejor que esta mierda.
Jules solamente le devuelve una tímida sonrisa para ver como la puerta se abría justo frente a ellos.
— Me agrada este departamento, cariño.
Ambos se adentran a aquel departamento, el sonido de las llantas de la maleta recorriendo el piso es lo único de ruido que los acompaña, aunque había muchísimo más ruido dentro de ellos; Jules estaba temerosa de ver que estaba en el lugar que Toji le había proporcionado cuando intentó tomarse un descanso lejos de su "hogar", el lugar en el que trato de encontrar consuelo después de que Sukuna abusara de ella y el mismo lugar en donde él le dijo cosas horribles, ahora todo es diferente.
Habían rastros de polvo y latas de cerveza en la mesilla de la sala que no pasan desapercibidos por ambos. Toji se pierde en el color de las paredes y en todo lo vivido allí, aborrecía con todo su ser tener que estar allí con Jules, no tenían nada más.
— Puedes ir a descansar si quieres.— Comenta roncamente a espaldas de Jules mientras ella recorre el lugar.— Me encargaré de que se sienta como un hogar para ti.
— Puedo ayudarte.— Confiesa girándose sobre sus talones.
Toji estaba de cuclillas juntando toda la basura recordando del como era el lugar donde vivió toda su vida Jules. Tirando las latas en una bolsa de basura para luego alzar la vista al ver como Jules estaba parada justo frente a él.
"Cuando me amas de esta forma, siento que estoy flotando."
