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— ¿Todavía sigues aquí, niña?
Me sobresalte al escuchar aquella grave y masculina voz a mis espaldas. Dejó de exprimir unas naranjas para girarme sobre mis talones.
El señor Fushiguro sólo poseía unos bóxer negros cubriendo su piel, apenada me di media vuelta sintiendo mis mejillas rojas.
Por dios. ¿No podría ponerse una camiseta o algo?
— Y.. Yo, quería agradecerle por dejarme dormir aquí. Así que preparé el desayuno.
— ¿Desayuno? ¿Con qué mierda? Si yo no tengo nada en el refrigerador.
Reí levemente por sus palabras. Era verdad, había inspeccionado su alacena y no tenía nada, en serio, nada. Y en su refrigerador, sólo había latas de cerveza.
— Fui al supermarket, compré un par de cositas.— Dije tranquilamente.
Tomé en mis manos un par de platos blancos —Qué eran los únicos que habían— y serví 2 hot cakes, huevo y un poco de tocino en cada plato. Luego serví jugo de naranja en dos vasos.
Me di media vuelta con los platos en manos para mirar al señor Fushiguro aún en bóxer sin inmutarse. Decidí ignorarlo.
Coloqué dos platos y dos vasos de jugo en la pequeña mesa maltratada que había para posteriormente sentarme.
— ¿Vas a desayunar aquí tú también?
— Pu.. Puedo desayunar en el suelo.— Dije apenada mientras tomaba mi plato dispuesta a sentarme en el suelo.
Siento el fuerte agarre de la mano del señor Fushiguro detenerme para mirarme fijamente.
— No me refería a eso, idiota.— Me suelta para luego rascar su nuca.— Ya da igual, siéntate.
Yo asentí para volver a sentarme al igual que él.
Comenzamos a comer en silencio, yo lo veía a él comer tan serio. Lo miré por unos cuantos segundos.
Era un hombre de aproximadamente 30 años, y estaba en forma, una Cicatriz estaba sobre la comisura de sus labios, su cabello era negro y realmente tenía un porte muy imponente.
— Me estás mirando demasiado, deja de hacerlo, idiota.
— P.. Perdón.
Decidí bajar la vista a mi plato para seguir comiendo. Odiaba el silencio, me aterraba completamente.
— ¿U...usted a qué se dedica?
— Que te interesa.
Okay. Parece que no le agrado, solamente Infle las mejillas decepcionada.
Un celular comienza a timbrar, claramente era el mío. Me pare de la mesa para caminar a prisa hasta el sofá en donde lo había dejado.
Lo encendí para ver como varias notificaciones me habían llegado. Acomode un mechón de mi cabello que caía en mi rostro.
"Best friend: Math está diciendo a todos que eras una fácil y mucha mierda."
"Jules Pero, ni siquiera me acosté con él. Lo rechace en la fiesta, porque no quería hacer un trío con su amigo."
Best friend Ese cabron. ¡Lo mataré!
Mire como mi último mensaje no se quiso enviar, seguro me había acabado mis datos. Solamente sentí una presión en mi pecho.
Se repetía lo mismo que en preparatoria. Todos me tacharian por zorra o fácil, siempre era así.
Llevé mi mano a mi frente mientras trataba de mantener la calma, lo olvidarán, seguro que sí.
Me dirigí nuevamente al comedor con el señor Fushiguro para sentarme allí para volver a comer.
Veo como todo se vuelve borroso, estaba llorando.
— Realmente eres una niña llorona.
Yo solamente mantuve mi mirada fija en mi plato.
— ¡Mocosa insolente! ¿Dónde putas estás? ¡QUIERO UN MALDITO CAFÉ!
Me pare de golpe al escuchar la voz de mi madre fuera del departamento, corrí hasta el sofá por mi bolso.
— G.. Gracias por todo, señor Fushiguro.
Salgo de su departamento para ver a mi madre tambaleándose mientras intentaba abrir la puerta de nuestro departamento.
— M.. Mamá, estaba preocupada por t..
Me da una bofetada para luego agarrarme del cabello.
— Más te vale que no le andes meneando el culo a ese hombre, ¡Yo lo vi primero!
Abre la puerta para lanzarme al piso para luego caminar al interior del departamento.
— N.. No, mamá.
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Recuerden dejar su maravillosa estrellita y un comentario —Si quieren—, es tipo una motivación para mí.
