↪080↩

2.9K 433 409
                                    

▬▬▬▬❈❃❀✿❀❁✻▬▬▬▬

Todavía recuerdo aquella primavera en donde te conocí.

Y los sueños a los que me aferre por un tiempo.

Esperé y volví a esperar con los brazos extendidos deseando volver a encontrarte, que volvieras a mí de la misma forma en que yo estaba dispuesta a regresar a ti. Caminé por los pasillos de la universidad abrazando libros y resaltando aquel anillo de compromiso en mi mano, demostrando que tenía a alguien.

Alguien con quien me casaría.

— Por dios, ese anillo es muy bonito. ¿Estás comprometida?.

En una cafetería rodeada de compañeros con los que haría un proyecto, me miraron impactados al notar el peculiar anillo en mi mano. Sonreí con timidez y mis mejillas ardieron.

— Sí, voy a casarme.— Confesé avergonzada mirando de reojo el anillo que jamás pusiste en mi mano.

— ¡Tenemos que conocerlo! Invitalo a la fiesta que haremos.

Y me detengo en seco con tus últimas palabras que resuenan en mis oídos "no creo volver a llamar." Un nudo se forma en mi garganta y me duele mi pecho.

Tonta.

No volverá.

Comenzando una nueva vida y esperando unir mis planes con los tuyos; podíamos encontrar el balance, sólo necesitaba que volvieras.

Y poco a poco, el brillante camino que tenía para nosotros se fue opacado con la realidad; no hay nada de ti, nada. Y fue tan crudo saberlo, porque sabía que me amabas tanto como yo a ti y si no habías vuelto o llamado, era porque muy seguramente ya sólo vivirías en mi alma. Dejé de mandar mensajes contándote lo que hacía con mi vida, y te solté, porque ya no estarías más en mi vida.

O eso creí.

Eso planeé.

Eso quise.

Eso anhelaba.

Cantaba a todo pulmón en un karaoke con una botella de licor en manos, y nadie lo entendía, sólo veían esperanzas rotas. Un brindis o dos, por todo los sueños que abandoné en ti, y el peso en mis hombros se libera.

Me perdía en el alcohol los fines de semana, y saboreaba el sabor salado de mis lágrimas por las noches.

Encontraré a alguien más.

No eres el único.

Pudiste amarme después de tu esposa, así que, puedo amar a alguien más.

Y un chico de una universidad externa cruza miradas conmigo cuando sigo frente al escenario cantando, tratando de hacer cosas que siempre quise hacer; divertirme y no pensar en nada más que en eso. Y no supe como fue la primera vez que pasó, tan ebria riendo tomada de las manos de ese chico que contaba chistes malísimos, de rostro borroso, de nombre desconocido. Y al volver a casa después de que él me acompañara, en el marco de la puerta, lo besé.

Y se sintió tan amargo.

Recostada en el sofá con él, en cómo recorría sus manos contra mi cuerpo; las náuseas nacen. Mis labios siguen sobre los de él, puedo hacerlo, puedo hacerlo porque quiero hacer esto, estoy lista, lo necesito.

↪Daddy Issues↩| Toji Fushiguro |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora