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Abrí mis ojos con pesadez al escuchar mi celular timbrar fuertemente. Me levante de la cama intentando sentarme, pero todo mi cuerpo dolía.
Solté un leve quejido.
Mire al lado de la cama mientras extendía mi mano y no lo miré, él no estaba conmigo.
— S.. Se fue.— Susurre triste.
Me puse de pie con dificultad mientras caminaba por su habitación mientras sentía mis oiernsd temblar. Mientras avanzaba miré mis bragas tiradas en el suelo.
Suspiré pesadamente para luego caminar por el pasillo para dirigirme a la sala en donde había dejado mi celular.
Al llegar a la sala le miró y automáticamente sonreí, él estaba haciendo algunas largatijas.
No sabía que decir, ¿Debía de decir algo en particular? Habíamos tenido sexo horas atrás y realmente por un instante, estaba en blanco sin saber que decirle.
Decido no decir nada para dirigirme al sofá tomando mi celular en manos para contestar la llamada rápidamente.
— Hola.
— ¿Dónde estás perra? ¡Te envié mil mensajes!.— Exclamó Fuyumi mientras se escuchaba como conducía.— Me acaban de decir que la fiesta se pondrá chingona, ¡Y tenemos que ir!
Apreté mis labios levemente mientras sentía mi cadera doler. Miré al señor Fushiguro haciendo ejercicio.
— En realidad, quiero descansar hoy.
— ¡Nada de descansar, date una ducha e iremos a esa fiesta!
