↪Daddy Issues↩| Toji Fushiguro |

↪068↩

ALTO.
Está es la cuestión amixes, mucha estadística de lectura y pocas estrellitas. Miren, se que no me monetizan)? ni nada de eso por las estrellitas, pero netaaa, no les cuesta nada poner su estrellita plis.):

Yo escribo para ustedes —más para que sufran pero ajá— y ustedes me dan estrellitas.

Es todooo, disfruten del cap. <3

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La incomodidad formada es sublime y el silencio que hay puede resultar bastante atroz, aún peor eran las miradas que se dedicaban Fuyumi y Toji que estaban sentados frente a frente en aquella mesa del restaurante italiano mientras que yo estaba sentada al lado de Fuyumi. No sabía qué decir o hacer para aligerar la tensión formada, así que simplemente tomé una bocanada de aire y traté de buscar valor en mi interior.

— Veo que.. saliste de compras.— Es lo primero que llega a mi mente.

Fuyumi deja de ver a Toji para luego cruzarse de brazos.

— O es un acosador.— Pronuncia Fuyumi sacándole la lengua.

— Joder, fue una casualidad de verdad.— Suspira pesadamente.— Fui a comprar cosas para mi hijo.

Siento la mano de Fuyumi en mi brazo para hacer que me inclinara para que ella me susurrara algo.

— ¿Por qué no me dijiste que ya hay una semillita de éste viejo caminando?.— Susurro.

— Yo.. Yo no lo creía necesario, también me enteré hace poco.

Fuyumi alza una de sus cejas y toma el menú en manos para ocultar nuestros rostros en éste.

— Descuida, yo haré un interrogatorio para que diga todo sobre tu futuro pequeño hijo.

— Fuyu, no es necesario.— Mis mejillas arden.— Él y yo ya no estamos juntos.

Tenemos que bajar el menú cuando escuchamos que Toji se atraganta con la bebida que estaba tomando.

— Oh, sensacional. Te tengo para mí sola.

Fuyumi se acomoda en su asiento con una amplia sonrisa mientras que Toji parecía bastante desconcertado.

— ¿En qué momento terminamos?.

Tan directo como siempre.

— En el hospital antes de que me internaran.— Confesé en susurro. — La despedida, fue uhm.. eso, para terminar.

El mesero llega con nuestros platillos y de verdad le agradezco que haya llegado, porque Toji parecía querer inundarme de preguntas.

— Bien, buen provecho, amigos míos.— Fuyumi sonríe comenzando a comer.