Capítulo 94

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Sirius, ni bien puso un pie en Potter Estate luego del baile de Yule de Percy ya lo estaba esperando una carta de Edith con un sencillo mensaje.

"Ven a mi oficina, se trata de Cordelia. 

Psdt: Controla tu ira"

Sirius dejó su capa de lado y fue por red Flu sin pensar.

Salió por la chimenea de Edith y ahí esperaban más personas. Los McLaggen, que al parecer igual que él recién estaban legando del baile en la residencia Prewett, un muchacho con una bolsita presionando su ojo derecho, Snape y Edith.

—Lord Black— saludó Edith.

—¿Qué ha sucedido?¿Donde esta Cordelia?— preguntó Sirius yendo directo al asunto.

—Lord Black, el motivo por el que ha sido llamado es un asiento que involucra al heredero McLaggen y Lady Potter— dijo Edith. Sirius notó su postura recta y su mirada de seriedad.

Sirius miró fijamente al muchacho que se encogió de miedo.

—Al parecer el señor McLaggen trató de besar a Potter en contra de su voluntad— dijo Snape— Y ella le ha propino un puñetazo en el ojo.

—¡Eso no es verdad!— grito el idiota quitándose la bolsita del ojo dejando ver un feo moretón. Rápidamente Lord McLaggen colocó su mano detrás de su cuello haciéndolo callar.

Sirius apretó los puños.

—Snape. ¿Tienes Veritaresum a la mano?— preguntó Sirius con la mirada fija sobre el mocoso.

Snape sacó de su manga un vial con liquido transparente. Sirius lo tomó y se lo extendió al muchacho imbécil, él tembloroso cogió el frasco y lo bebió. 

—¿Trataste de besar a mi ahijada?— preguntó Sirius con su mano en el bolsillo secreto donde tenia su varita.

—Ella me rechazo dos veces mi invitación al baile— dijo el idiota. Lady McLaggen se cubrió la frente mientras soltaba un quejido de molestia y bajaba la cabeza.

El padre del idiota apretando un poco más el cuello de su idiota hijo.

—Lamentamos mucho el accionar de nuestro hijo, lord Black— dijo McLaggen padre— Prometemos que el accionar de nuestro hijo será castigado como es debido.

—Esto podría ser considerado contra un ataque a la heredera de los Black— dijo Sirius— Esto fácilmente puede ser llevar a una dispuesta de honor. Y dudo que su hijo tenga la habilidad necesaria para enfrentarme a duelo.

Él sacó su varita y Lady McLaggen soltó un chillido como un ratón asustado.

—Soy una persona bondadosa— dio Sirius apuntando su varita al muchacho idiota— Ya mi HIJA— lanzó un hechizo silencio sobre el golpe, ahora demorará en curarse—Hizo suficiente con golpearte— Sirius se acercó hacia su oreja— Atrévete a respirar cerca de ella otra vez y demostrare porque nunca es bueno enemistarse con un Black.

Sirius se enderezó por completo y miró Lord McLaggen.

—Que tu mocoso nunca se vuelva a acercar a mi hija o sufrirá las consecuencias. Él y todos los McLaggen—

Lord y Lady McLaggen se disculparon nuevamente y se llevaron a su mocoso devuelta a la sala común. Edith soltó un "Ahhhh" molesta mientras con un movimiento de varita abría su gabinete de licores.

—Oh por el Gran Inti— dijo ella mientras sacaba tres vasos— ¿Severus, quieres un trago? Aun debemos seguir vigilando los jardines y sus alrededores.

Una perfecta señorita [VOL. I] [Theo Nott]Where stories live. Discover now