Capítulo 80

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Theo sentía que la mordedura de ese maldito Kitsune tenia algo que ver con su repentino dolor.

Tendría que averiguar quien era el mago o bruja que estaba conectado a esa mísera criatura. El dolor cesó rápidamente y pudo volver para la hora de la cena. Draco y Blaise no tardaron en rodearlo para hacerles preguntas.

—¿A que japonés hiciste enojar?— dijo Blaise claramente.

—No conozco a ningún japonés— respondió Theo —¿Y por que atacarían a mi? Yo nunca me involucraría en un conflicto.

—Oh simplemente alguien te odia— contestó Draco.

—La verdadera pregunta seria. ¿Por que a mi?— dijo Theo muy enojado.

La semana transcurrió sin poder hablar con Cordelia, durante los primeros días de clase, los niños que Cordelia estaba instruyendo en las Vías Antiguas se pegaron a ella como patitos que la seguían en fila por donde ella iba.

El pequeño Creevey hizo dos amigos, nacidos de muggles como él, les habló de Cordelia. Ahora Delia tenia otros tres patitos siguiendo a parte de los otros dos que la seguían desde el año pasado.

Con ello llegó el jueves y la primera clase de D.C.A.O, y Theo esperaba a que Crouch fuese lo suficientemente bueno como lo había sido el señor Lupin el curso pasado. Él se sentó dos asientos atrás de Cordelia y Granger, y por alguna extraña razón, Draco estaba vez se sentó junto a el.

Todo mundo tenia su copia de Las fuerzas oscuras: una guía para la autoprotección, hasta que llegó Crouch con una sonrisa.

—Bueno, bueno— dijo Crouch— Somos un gran grupo. Primero que nada, llámenme Barty. El señor Crouch es mi padre.

El profesor Barty empezó a pasar lista y alzaba la cabeza cada cuando algo respondía presente.

Bien —dijo cuando el último de la lista hubo contestado «presente»—.He recibido carta del profesor Lupin a propósito de esta clase. Parece que ya son bastante diestros en enfrentamientos con criaturas tenebrosas. Habéis estudiado los boggarts, los gorros rojos, los hinkypunks, los grindylows, los kappas y los hombres lobo, ¿no es eso?

Hubo un murmullo general de asentimiento.

—Pero están atrasados, muy atrasados, en lo que se refiere a enfrentaros a maldiciones —prosiguió Barty—. Así que he venido para prepararos contralo que unos magos pueden hacerles a otros. Espero durar más que sus antiguos profesores...

A decir verdad, casi ningún maestro de D.C.A.O dura mas de un año escolar ahora que lo pensaba Theo.

—Así que... vamos a ello. Maldiciones. Varían mucho en forma y en gravedad. Según el Ministerio de Magia, yo debería enseñarles las contra maldiciones y dejarlo en eso. No tendrán que aprender cómo son las maldiciones prohibidas hasta que estén en sexto. Se supone que hasta entonces no seréis lo bastante mayores para tratar el tema. Pero la Junta de Gobernadores tiene mejor opinión de ustedes y piensa que podrán resistirlo, y yo creo que, cuanto antes sepan a que se enfrentan, mejor. ¿Cómo podrán defenderse de algo que no habían visto nunca? Un mago que esté a punto de lanzarles una maldición prohibida no va a avisarles antes. No es probable que se comporte de forma caballerosa. Tendrán que estar preparados.

—¿Nos va a enseñar las Maldiciones Imperdonables?— preguntó Granger con algo de seriedad en su voz.

—Si— respondió con simpleza el profesor— Ahora. ¿alguno de ustedes sabe cuáles son las maldiciones más castigadas por la ley mágica?

Weasley alzó la mano y habló del Imperius. Para demostración, el profesor sacó una gran araña de un tarro de cristal. Conjurando la maldición, Crouch guio a la araña que saltó entre los asientos, provocando algunos chillidos de estudiantes.

Una perfecta señorita [VOL. I] [Theo Nott]Where stories live. Discover now