Capítulo 1

4.5K 435 74
                                    

Cordelia terminaba de ajustarse el listón color azul bebé en su pelirrojo cabello, se aseguró de que ningún mechón estuviera fuera de lugar.

Cordelia Potter miró por la ventana para respirar un poco de aire fresco y se encontró con la chica Smith del número 7 de Privet Drive, una chica de 19 años salir de su auto toda despeinada, con el rímel corrido y el labial rojo desgastado.

También noto que su escandaloso vestido lleno de lentejuelas estaba mal ajustado y tenía los tacones en su mano derecha mientras que la izquierda tenía sus llaves.

Cordelia arrugó la nariz al darse cuenta de que regresaba de una fiesta.

—De seguro bebió hasta caerse desmayada— murmuró con cierto disgusto ante la falta de decencia de la chica.

Ninguna chica respetable debería andar en la calle a tales horas.

Cordelia entró nuevamente su cabeza su cuarto. Ya había iniciado el verano y las clases culminaron, emocionada guardo debajo de su cama los textos y libretas que había usado en la clase. Al fin la primaria se acabó.

Sus tíos habían facilitado que Cordelia estudiara en Benenden School, ya que ella había conseguido media beca gracias a sus notas académicas y la recomendación de la señora Dawn (una ex maestra de música en  Benenden)

Continuaría su formación en ese internado para luego acceder a una buena universidad. Según la señora Dawn, en la universidad podría conseguir un buen marido, cosa que la entusiasmaba.

No importaba si no terminaba de graduarse en lo que sea que vaya a estudiar, su meta era estar casada antes de los 25.

Dios, que horror sería acabar como tía Marge. Soltera y rodeada de perros pugs que babeaban todo a su paso.

Como era verano, podría dedicar su tiempo a perfeccionar su bordado o seguir pintando. Tía Petunia la había inscrito a un sin número de cursos para que se formara como una señorita educada. Tal vez en Benenden podría aprender francés y mejorar con piano forte.

Cordelia miró al reloj, ya tocaba hacer el desayuno.

Encendió la radio y comenzó.

Mientras el programa de radio habla de las últimas noticias puso la tetera al fuego, empezó a batir los huevos, calentar el pan, a freír el tocino.

Tío Vernon y Dudley desayunaban su desayuno inglés completo y mientras que tía Petunia y ella preferían un par de tostadas acompañadas de té o leche tibia endulzada con algo de miel.

—... y al fin lograron recuperar a la boa que había escapado del zoológico...— escuchó Cordelia.

Ella recordó el cumpleaños de Dudley. Solo había separado un momento de tía Petunia para observar más de cerca a las serpientes cuando esa amable boa le contó de Brasil.

Y luego. El caos.

El vidrio desapareció de la nada y cuando la serpiente salió de su exhibición, Cordelia se desmayó de la impresión y solo despertó en la zona médica que contaba el lugar con una bolita de algodón empapada de alcohol para qué recuperará la conciencia.

La niña de listón azul sacudió su cabeza para sacar esa experiencia, la pequeña cocina se llenó. Tío Vernon y Dudley se sentaron en sus sillas y al segundo, Cordelia estaba colocando los platos sobre ellos y sirviendo las bebidas. Saludó a tía Petunia y sirvió el té, la leche y las tostadas para ellas. 

Cordelia tomó en silencio, no era apropiado de una señorita que hablará con la boca llena. Cordelia armó su día, lavaría los trastes, revisaría que ninguna de las flores en el jardín se marchitará y después del almuerzo practicaría su bordado. Hace poco la señora Williams le había regalado un viejo catálogo que mostraba patrones de bordados florales.

Una perfecta señorita [VOL. I] [Theo Nott]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang