10.- LA VIDA FORESTAL

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Seguramente, nuestros economistas opinarían que la industria maderera es un laberinto de contradicciones. La madera en Lovetopía es barata y abundante, sea cual sea la heterodoxia del método empleado en su producción. Ocupa un sitio comparable al que ocupa entre nosotros el aluminio, el hormigón y tantos otros materiales modernos de construcción.

Una consecuencia importante de la política forestal lovetopiana es que extensas áreas han sido declaradas "zonas salvajes". Se trata de zonas demasiado desniveladas o muy abruptas donde una explotación maderera provocaría una fuerte erosión. Estas zonas salvajes son utilizadas exclusivamente como reservas naturales. Son de una calma increíble y la única forma de desplazarse es a pie. No hay aviones que sobrevuelen ni motocicletas, quads o vehículos todo terreno que circulen por ellas.

La conversión de tantas tierras en bosques no ha afectado, según los lovetopianos, a su producción ganadera o agrícola. Las frutas y hortalizas, las legumbres, los cereales y la carne son razonablemente baratos. Los rebaños de ovejas constituyen una estampa habitual en el paisaje. No están jamás encerrados en cebaderos de engorde acelerado. El oficio de pastor, prácticamente olvidado en España, es frecuente en Lovetopía. Con ello, ha regresado la vieja tradición de llevar el ganado en verano a pastar a los altos valles de la montaña. La irrigación de pastos no se practica más que en algunas zonas y sólo para la vaca lechera. Aunque como en Lovetopía han abandonado prácticamente el consumo de leche, son pocas las explotaciones de vacuno y están muy centradas en la producción de su exquisita oferta de quesos y yogures.

En otro ámbito de cosas, el amor por el mundo vegetal que procesan los lovetopianos les ha permitido avanzar en direcciones tecnológicas desconocidas en nuestro país. Según me han comentado, la robótica inspirada en plantas y árboles ha experimentado avances muy significativos.

Existen multitud de aplicaciones industriales de plantas robot. He visto sistemas robotizados que limpian aguas contaminadas o que regeneran el aire en espacios interiores las 24 horas del día, absorbiendo CO2 y emitiendo oxígeno.

Pero quizás la innovación que mayor impacto social promete es la de los árboles robot que actúan como centrales eléctricas aisladas. Híbridos de tecnología fotovoltaica y geotérmica, las hojas artificiales captan energía eléctrica del sol, las raíces artificiales captan energía eléctrica de la temperatura de la tierra y el tronco es una ingeniosa combinación de baterías de almacenamiento eléctrico y celdas de hidrógeno. El primer árbol robot de este tipo fue presentado en Granada hace apenas un año. Sus responsables afirmaron, según el video que pude visionar, "que un árbol robot genera energía eléctrica suficiente, de manera ininterrumpida, para una casa aislada en la que convivan 20 adultos dotada de todas las comodidades tecnológicas propias de Lovetopía".

Otra línea de investigación es la manipulación de formas en árboles para que crezcan en una dirección útil para el hombre. La primera generación de estos árboles nació con técnicas similares a las utilizadas con los bonsáis. Una profusión de alambres y guías deformaban el crecimiento del árbol en la dirección deseada. Así, por ejemplo, he podido ver árboles puente y árboles casa. Utilizando esta rudimentaria técnica, me han enseñado imágenes en vídeo de varios puentes que salvan el Río Benamor, un afluente del río Segura en el interior de la provincia de Murcia. Estos puentes están "construidos" con varias encinas gigantes de 25 metros de altura.

Por otro lado, me han hablado de comunidades forestales en el interior de la provincia de Málaga cuyas habitaciones están dentro de pinsapos. Cada habitación alcanza los 6 metros cuadrados, lo suficiente para alojar cómodamente a un adulto.

Las últimas investigaciones añaden la gestión genética a algunas especies de árboles para provocar el crecimiento acelerado y facilitar el deformado. Me han informado incluso de una plantación experimental de palmeras cocoteras donde la cáscara exterior del coco adopta la forma de un pequeño teléfono móvil. Esta curiosa innovación, presentada en Elche, es el resultado de investigaciones de la Universidad de Alicante. Hoy por hoy, ya se pueden comprar los primeros dispositivos digitales que utilizan el coco como soporte.

#lovetopía. El nuevo mundo que llevamos en nuestro corazónWhere stories live. Discover now