Capítulo cuarenta y siete : Cuando tú sonríes.

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Capítulo dedicado a una personita muy pero muy especial para mi : Jongguk_97 Espero te guste cielo, gracias por tanto amor.(っ ᵕ c) ♡


La mañana se sentía bastante agradable, claro mientras no se moviera, porque sabía que en cuanto lo hiciera, su bonito trasero le pasaría factura de la noche anterior.

Moviéndose con cuidado entre las suaves mantas, Taehyung abrió con pereza uno de sus ojos, viendo los relucientes rayos de sol que se colaban atraves de los impecables cristales de su habitación. Abrazó aún con más fuerza la almohada de Jungkook que tenía entre sus brazos, escondiendo su carita ahí, llenando sus fosas nasales del aroma de su futuro esposo.

Cuando sacó su carita de aquella confortable almohada, lo segundo que llegó a su olfato fue el delicioso aroma del exquisito chocolate caliente que su hyung le preparaba con frecuencia en el desayuno. Pronto, sintió como el colchón se hundía a un lado suyo gracias a un segundo peso corporal.

Dándose vuelta con cuidado, Taehyung sonrió ampliamente mientras enrollaba sus brazos al rededor del cuello del mayor, quien ahora estaba encima de él, dejando un suave besito en la punta de su nariz, para después verlo fijamente a los ojos, haciendo que las mejillas del de ojitos claros se pintaran de rosita.

Taehyung se quedó embobado al ver aquel atractivo rostro, de facciones maduras y sonrisa aconejada, acababa de ducharse por lo que su cabello húmedo caía sobre su frente hasta casi cubrir por completo su rostro, sus orbes negros se veían preciosos atraves del cristal de aquellos lentes que solía utilizar cada que leía documentos del trabajo o un buen libro en su sala de lectura.

Cuando Jungkook se quedaba a cuidarlo luego de noches como "esas", y por algún motivo urgente debía atender el trabajo desde casa, Taehyung solía sentarse a comer frente a él, sin decir nada, simplemente viendo lo guapo que era su futuro esposo y lo jodidamente bien que se miraba con lentes y siendo todo un ejecutivo responsable.

— Buenos días príncipe — dice Jungkook con un tono ronquito pero extremadamente meloso. — Al fin despiertas... dios te extrañaba mucho — volvió a decir el azabache, mientras se dejaba caer con cuidado sobre el delgado cuerpo de su rubio, abrazándolo y recostando su rostro sobre el pecho descubierto del menor.

Taehyung sonrió encantado, amaba al Jungkook meloso que solo él conocía, y es que ese pelinegro podía ser el hombre más temido y respetado de toda una nación, pero con él... Jungkook era como un niño, actuaba como un bebé mimado en sus brazos, y buscaba estar pegado a él todo el tiempo. Y claro, no era algo que a él le molestara en lo absoluto, sino al contrario, amaba estar como un koala abrazado a Jungkook todo el día.

— Buenos días Kookie... yo también te extrañé en la cama, no estabas a mi lado para abrazarme — dijo haciendo un puchero, mientras dejaba de acariciar los sedosos mechones negros del contrario — ¿por qué saliste de la cama tan temprano hyung? —

— ¿Temprano dices? — contestó sarcástico el mayor, ponchando su mejilla con cariño para después contestar — Cielo, son las 10 am, tuve que abrir la ventana para que despertaras, debí levantarte para desayunar hace dos horas pero me dió pesar al verte dormir tan bien.

Sin embargo ya es bastante tarde, mi bebé debe comer y ducharse, ¿qué quieres hacer primero? —

Taehyung lo meditó por un segundo, tenía hambre, pero odiaba comer sucio, jamás jamás podía desayunar sin antes ducharse, sin embargo estaba por contestar cuando de su pancita provino un gracioso ruido, era su cuerpo pidiendo comida.

Jungkook soltó un par de risitas, y colocando su mano sobre el tibio vientre de su bebé, dejó un besito en sus labios y otro en su pancita.

— Creo que ya sé la respuesta.

Bratvá - KookV ℘Where stories live. Discover now