Capítulo cuarenta y tres : Tú, qué siempre eres y serás.

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— Entonces, en la reunión de la próxima semana con los ministros presentaras tus tres cartas juego, que son la apuesta de cien millones a la bolsa de valores en China, y luego una en Singapur y Tailandia.

Los resultados de éstas, serán una suma triplicada a su valor neto, por lo que si logramos el aumento de tan sólo un 3% en la escala mundial de valores, eso significa que no solo recuperarás los trescientos millones invertidos, ¿¡sino once veces más!?

J-joder Jungkook hasta parece que el que estudió business fuiste tú y no yo, ¿de donde coño te ha salido una puta proyección de inversión tan perfecta? E-es decir, las probabilidades de perder son del 0.5.,2% ¡ni siquiera iguala un 1!

Y aunque pierdas... la cifra no sería mayor a un millón de dólares... — decía atónito el moreno mientras jalaba sus mechones con desespero, debido a la impresión que le causaba leer los documentos que Jungkook le había entregado en una carpeta negra.

Y es que tenían una reunión previa con los ministros, y pues... está de más decir que ninguna de estas reuniones políticas son "limpias" y mucho menos "moralistas", implicaba más bien otro tipo de negocios, tanto legales como ilegales. Solían hacerse grandes inversiones en las bolsas de valores del mercado mundial, como extraordinarias apuestas multimillonarias.

Y claro, Jungkook no era la excepción, sino más bien el jugador más esperado de toda la noche. Todos ansiaban presenciar las grandes inversiones y apuestas del venerable Zar Jeon, y es que había una cualidad singular en él ; nunca, pero nunca, perdía.

Y eso era algo jodidamente aterrador, y es que parecía que incluso la suerte solía sucumbir a los pies de aquel imparable hombre, pues incluso en las apuestas cuyo resultado no dependía del poder del hombre, el destino parecía jugar a su favor.

Sin embargo, hoy había algo totalmente exhorbitante, y es que como cada año, Jungkook le presentaba a Namjoon su proyección de apuestas, para que este lo analizara y pudiera ser aprobado por ambos, pero hoy... Jungkook estaba invirtiendo cifras mayúsculas y estrafalarias, tanto que incluso su propio hermano las sentía aterradoras.

— ¿P-p-por qué tanto dinero? E-es decir, las probabilidades de perder son casi nulas, y aún si sucediera no perderías mucho, pero j-joder no deja de dar miedo ver tanto dinero en juego. — comentó aún aturdido el moreno.

Jungkook ajustó sus gafas en el puente de su nariz, y dejó los documentos que leía sobre el escritorio para verle seriamente.

— "¿Por qué?" ¿Dices? Porque me voy a casar Namjoon por eso, y quiero darle la mejor boda a mi esposo, la mejor luna de miel, el mejor traje, la corona mas despampanante de todas, los mejores autos, casas, joyas, ropa, todo, todo lo que pida, desee, e incluso más.

Tú mismo lo has visto, he calculado todo, probabilidades de aciertos, y desaciertos, todo, hasta el más mínimo error lo he pensado y planeado... y no voy a fallar. Obtendré las cifras multiplicadas por once, y eso será todo de Taehyung, le abriré otras cuentas y lo pondré a su nombre.

No voy a perder Namjoon, y esta vez no es una opción. — dictaminó el azabache con determinación, viendo a su hermano con total decisión en sus palabras.

Namjoon estaba atónito por lo que acaba de escuchar, no podía creer lo que estaba escuchando, ese rubio... realmente había ganado todo en la vida por tener así de loco a su hermano. Jungkook estaba literalmente poniéndole en bandeja de plata una fortuna capaz de resolverle la vida no sólo a ese pequeño y lindo rubio sino a tres generaciones más.

— ¿P-para rapunzel dices? Vaya, yo... no tengo nada que decir, ¡en hora buena por mi cuñado!

La verdad es que lo envidio eh... y de buena manera, nunca imaginé que amarías a alguien más que el dinero mocoso, y me alegra mucho saber que ese alguien es nuestro rapunzel. Es un buen chico, y sin duda se merece todo lo qué haces por él.

Bratvá - KookV ℘Where stories live. Discover now