Capítulo veintisiete : Malvaviscos y chocolate caliente.

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Capítulo dedicado a : Ivett72Espero te guste bebu💜




— ¡Hyung! ¡Hyung! no me sueltes tengo miedo

— Trabquilo mi amor, no lo haré, te tengo ¿de acuerdo? Nada malo va a pasar amor, hyung está contigo... solo no dobles las rodillas, párate recto... ahora solo flexiona un poco las rodillas, así mi vida, eso es...

Ahora si, puedes hacerlo solo, ¡ve por ello bebé! — ánimo el azabache, tomándolo por la cintura, e impulsándolo un poco con fuerza hacia adelante.

— P-pero, siento que voy a caerme

— No lo harás, tú pues cielo, sé que si — Taehyung asintió, y cerrando los ojos con fuerza, mientras apretaba en un puñito sus manitas, se deslizó comenzando a avanzar en pequeños pasos, que se volvían cada vez más grandes y veloces sobre la pista de hielo.

Sus cabellos rizados, se movían con suavidad, a causa de la brisa, sus corazón latía con violencia, y la felicidad le llenaba el pecho y la boca de una sonrisa brillante.

— ¡Hyung! ¡lo hice lo hice! , ¿viste como patine? ¿Lo viste? — gritaba emocionado, lo más fuerte que podía, pues Jungkook estaba lejos de él.

O eso creía, hasta que la ronca y conocida voz, se escuchó tan cerca de él, como si...

— Si mi amor, ¡lo hiciste!  ¡ERES MARAVILLOSO KIM TAEHYUNG! TE AMOOO — gritó el pelinegro, haciendo que un sonrojado Taehyung, se encogiera un poco tímido, gracias al exceso de atención que ambos estaban recibiendo.

—¿Viste que dije? Podías hacerlo bebé —  dijo picando su mejilla cariñosamente.

Taehyung no podía creerlo, era Jungkook, su Jungkook y estaba ahí, frente a él, patinando unos cuantos pasos adelante mientras lo veía orgulloso.

— H-hyung... — susurró sonrojado, mientras sonreía tímido.

Jungkook, no podía creerlo, su bebé estaba patinando por primera vez, y él había tenido el honor de enseñarle.

Su corazón había pasado tanto tiempo en coma, que ver a su dulce rubio patinar con cuidado, mientras viste un enorme abrigo de felpa rosita, al mismo tiempo en que sus rizos dorados son alborotados por el viento, y su naricita y mejillas  están rojas por el frío, era la imagen más hermosa, adorable y tierna, que iba a guardar por siempre en su memoria.

— ¡Hyung! — llamó una vocecita, para luego sentir unas pequeñas manitas cubiertas por guantes tomar las suyas, era Taehyung, quien quería la atención de su novio.

Jungkook había dejado de patinar, y se había quedado parado casi en medio de la pista, con cara de idiota pensando aún en la linda imagen del rostro de su bollito de miel. Y es que habían cancelado su cita formal, por una un poco más común y sencilla, así que optaron por converse a cambiar, y ponerse más cómodos.

Razón por ma que Taehyung se había quitado aquel costoso vestido, y puesto un tierno atuendo abrigado. Con unos parches de calor incluidos.

Despabilándose de su ensoñación, Jungkook prestó total cuidado a su bebé, quien al saber que tenía toda su atención ahora, estiró sus bracitos, mientras ladeaba su carita y hacía un puchero.

— Cárgame — pidió tierno.

Feliz, de cumplir el deseo de su mimado doncel, Jungkook lo tomó en brazos, y patinó con él hasta llegar al borde de la pista, donde su bebé pidió bajar y jugar un rato más.

Bratvá - KookV ℘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora