Bratvá - KookV ℘

Capítulo treinta y uno : Tus ojos, mis ojos y una constelación de amor.

El ansiado día había llegado, y ahora, ambos amigos caminaban uno al lado del otro, bajo los tibios rayos solares que alumbran el verde pasto por donde sus pies se abrían camino.

Un animado Taehyung, platicaba alegremente con su mejor amigo, tratando totalmente de no pensar en que estaban a punto de hacer uno de los exámenes más importantes de sus vidas.

Jimin se estaba comportando un poco más inquieto de lo normal, y había tratado en muchas ocasiones el decirle algo a su castaño amigo, sin embargo, Taehyung no había cerrado la boca en ningún momento, literalmente parecía una maquina de palabras, así que decidió dejarlo para después, y decírselo al llegar a la Universidad.

El rubio se sentía nervioso, con ganas de vomitar, sus manos temblaban cada que el camino se hacía más conocido, y el destino más cercano. Sin embargo, en su pecho albergaba una vivaz felicidad, y es que caminar con grandes abrigos, mientras las plantas, el pasto y toda la calle estaba llena de roció y blancas capas de escarcha, le traían remembranzas de los días en que madrugaban con Jimin, para caminar por su "atajo secreto" hacia la Universidad.

Podían haber ido en uno de los autos de Taehyung, pero decidieron disfrutar la compañía uno del otro de la manera más simple, pero especial. Habían por fin llegado, al bullicio y ajetreo de la ciudad, Yerick, como desde que TaeHyung llegó a Corea, los había acompañado, pero había algo extraño, y es que se estaba comportando más a la defensiva, y estaba más pegado al rubio que de costumbre, esto, además de que tenían once guardias más, tras ellos, separados estratégicamente y vestidos de manera común, para pasar desapercibidos.

Totalmente contrario, a los cinco escoltas vestidos de negro que se habían encargado de despejar todo el perímetro de la Universidad de su amo, al cual de hecho, estaban esperando en la entrada.

Taehyung, tenía un mal presentimiento, pero decidió hacer caso omiso a su corazonada, y simplemente continuar su plática con Jimin. Ambos, subieron a una acera, que los llevaba directo a la entrada de la Universidad, saludaron a señor Hwan, un dulce anciano que les alegraba la mañana desde que iban a primer año.

— Noticias de última hora, el Gobierno sur Coreano, aprueba en aumento del presupuesto general de la nación, tomé caballero— dijo entregándole un periódico al rubio, quien se quedó de pie, viéndolo con una gran sonrisa.

El anciano, al ver que el chico no avanzaba, volvió a posar sus ojos en él.

— ¡Señor Hwan! — dijo alegre mientras tomaba sus manos — ¡Soy yo! Taehyung —

— ¿Taehuyng? pequeño risueño... ¿en realidad eres tú? — preguntó aún sin podérselo creer

— Si abuelo Hwan, soy yo, ¿o es que me ha olvidado tan fácilmente? — bromeó haciendo pucheros, que hacían reír al hombre mayor.

— Pero si estás muy cambiado muchacho, te ves...

— ¿Como me veo?

— Más feliz —

Dijo el señor Hwan, mientras le daba un pequeño abrazo.

— Te he echado mucho de menos pequeñín, pero este otro chiquillo me contó que te habías ido a vivir con tu novio al extranjero. Y por lo que se ve... es un buen hombre, te ves reluciente. — aludió el anciano.

TaeHyung simplemente sonrió, y luego de cruzar unas pocas palabras más, sacó un billete de gran cantidad, para "pagar por el periódico" diciéndole que era una manera de compensar su cariño, pues sabía claramente que el señor Hwan no aceptaría dinero si se lo ofrecía directamente.

Retomó su camino, parando en seco al leer el titular de la primera página. Jimin no se había percatado de que caminaba solo, hasta que no escuchó a TaeHyung contestar su pregunta. Por lo que se dió la vuelta, viendo como su amigo se había quedado petrificado viendo a la nada, mientras sus manos arrugaban aquel papel.