Recado

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Me removí con molestia entre las sabanas, sentía mi cuerpo increíble cansado y lo único que quería en este momento era que el maldito timbre dejase de sonar y me dejara dormir. Pero en cambio, parecía hacerse cada vez más molesto he irritante. Podía sentir el maldito sonido retumbarme en los oídos.

-Lern...- la empujé un poco intentando despertarla -Lern... Lern?... Oye, me estás asustado, Lauren, hey, ¡Lauren!- grité logrando porfin despertarla y asustarla al mismo tiempo -¿Estas bien? ¿Te asusté?- pregunté estúpidamente al verla caer de la cama ante mi grito

El timbre dejó de sonar

-No, amor, tranquila, todo bien- me sonrió levantándose del suelo mientras cubría su cuerpo con una de las sabanas que había caído con ella -¿Para que me despertaste, Camz?- preguntó acostandose a mi lado con una ligera sonrisa en sus labios

-Para que fueras a abrir, es que estaban tocando el timbre- soltó una pequeña risita y escondió su rostro en la almohada.

-Tu estás más cercas, ve a abrir- dijo al escuchar nuevamente el timbre

-Estamos a la misma distancia- pellizque si pierna y me levanté envuelta en una sábana

-No me dolió- se burló sacando la lengua como niña pequeña

-Ni mi dilio- busqué mi ropa interior y me la puse. Me vestí con una playera que me quedaba gigante y salí a ver quién era.

Me asomé por la mirilla de la puerta y me alejé un tanto indecisa en si abrir o no. Cuándo ví a Lauren salir de la habitación me decidí a abrir.

-¡Vaya! Al menos tienen la decencia de abrirme la maldita puerta después de haberme abandonado ayer en la pizzería- soltó con amargura y se adentró al departamento.

Cerré la puerta y fuí detrás de Dinah, llevando conmigo a Lauren. Su cara era un poema. Me gustaban esas pocas veces que dejaba expuestas sus expresiones, lucía tan tierna y parecía menos robot.

-Dinah, nosotras... Fuimos a buscarte y no te encontramos, pensamos que te habías ido y por eso nos regresamos sin tí- se excusó Lauren. Me contuve de solter una carcajada sabiendo que eso no era así, o no del todo

-Aja, ¿pero entonces por qué no respondieron ninguna de mis 200 llamadas?- preguntó sentándose en el sofá. Recorrió el departamento con la mirada hasta detenerse en nosotras -Saben qué, mejor no me lo digan, creo que ya me doy una idea del por qué... uy, no sabía que eras territorial, Gasparín- de burló señalando mi cuello

-¡Dinah!- le reproché

-Que aguafiestas eres, Chancho, solo quería aligerar el ambiente antes de pasarte el recado de Sinuhé- se quejó -Deberías probar en otras posiciones, y echarle mas ganas, Lauren, porque con el humor que se carga Camila, es de dudar de tus dotes en la ca...- la interrumpí.

-¿Cuál recado?- pregunté curiosa.

-Oh, es que ayer con la calentura que se cargaban no tuviste ni tiempo de pensar en tu celular- me extendió mi celular -lo olvidaste en la pizzería, por eso ayer le estaba marque y marque a Lauren, porque tu mamá no dejaba de llamar. Le contesté por qué pensé que quizás era importante y me pidió avisarte que hoy hará la cena, porque era más probable que primero se fuera con Diosito a que tu llevarás a Lauren. Aunque la verdad no creo que tu madre de vaya con Dios, quizás y satán si la acepte per...-

-¿Que me llevara a dónde?- preguntó Lauren.

Miré a Dinah con reproche, quería golpearla ahora mismo, y ella lo sabía. Sabía que la había cagado.

-Ah... Tu sabes, Lauren- habló Dinah

-No, no sé. ¿A dónde?-

-Que Mila te lo diga, yo tengo que ir al baño- se levantó con prisa -Esta mañana me comí un burrito que me cayó pésimo- gritó desde el pasillo -¡Casi que no llego!-

Cold gazeWhere stories live. Discover now