Cold gaze

No te contengas

—Lern— susurré entre jadeos

—¿Mmm?— 

—Quiero que te corras en mi boca— solté sin vergüenza

—Camz…— jadeó negando con la cabeza —será mejor que nos vayamos ya al departamento— susurró en mí oído de forma autoritaria. Sonreí y asentí de inmediato. 

Saqué mi mano de sus bragas y al igual que ella abroché mi pantalón. Salimos del cubículo y nos lavamos las manos, ni siquiera nos molestamos en acomodar nuestra ropa o cabello, simplemente nos apresuramos en salir del baño y la pizzería. 

—¿No quieres o necesitas pasar a algun lugar antes de irnos al departamento?— preguntó al entrar al auto —Porque…— la callé uniendo nuestros labios. Lauren correspondió a mi beso de inmediato y sin protesta alguna. 

No pasaron muchos segundos cuando el beso comenzó a subir de intensidad, y la temperatura a aumentar. Podía sentir mi cuerpo arder con cada pequeño roce de Lauren. 

Mis manos soltaron su cuello para descender con lentitud por sus pechos y abdomen, hasta llegar a sus piernas. 

—Camz... Estamos en vía pública— me recordó 

—Los vidrios están polarizados, nadie de afuera nos ve— aseguré desabrochado su pantalón

—Camz, no quiero que te sientas expuesta oh incomoda, digo, hay mucha gente alrededor y ya sabes...—

—Si, tienes razón, lo siento Lern— me disculpé apenada y dejé un rápido beso en sus labios antes de separme y acomodarme en mi lugar 

Lauren no tardó en encender y poner en marcha la camioneta.

Durante el camino las dos nos mantuvimos en completo silencio, Lauren concentrada en el camino, y yo en su perfecto perfil. A los pocos minutos nos encontrabamos frente al gran edificio de departamentos.

El camino de regreso había sido muchísimo más corto que el de ida. 

—Lauren... Lauren... ¡Lauren!—

—Mande— me miró curiosa 

—¿Nos bajamos ya oh...?— pregunté dejando las palabras al aire esperando su respuesta

—¿He?— preguntó confundida

—Lauren, todo bien? llevo más de 5 minutos llamándote, pero parecían no escucharme—

—Lo siento, Camz, que pasó?—

—Te preguntaba que si podíamos bajarnos ya, hace demasiado calor aquí— 

—Oh, si, lo siento, es que estaba pensando— se disculpó saliendo deprisa de la camioneta para abrirme la puerta

—¿Quieres hablar sobre eso?— pregunté al bajar. Guardó silencio por unos segundos hasta que entramos al ascensor

—¿Lo podemos hacer en el departamento?— preguntó oprimiendo el botón del último piso —o sea el hablar, me refiero a hablar no a...— 

—Lo sé, Lern— 

—Bien, lo siento— susurró en un hilo de voz. 

Salimos del ascensor en cuanto las puertas se abrieron en nuestro piso, y Lauren se apresuró a abrir la puerta del departamento. Parecía nerviosa, lo que era raro en ella. 

—Ven Camz, siéntate— me llamó palmeando el sofá. Me senté a su lado esperando a que hablara

—¿Todo bien?— le pregunté acariciando su pierna intentando calmar un poco sus nervios, pero pareció tener un efecto contrario —lo siento— retiré mi mano