repugnante

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[Lauren]


Sabía que esto pasaría, yo lo sabía. Y élla tenía razón, doy asco. Merecía su desprecio, su odio, merecía esa cacheta, y merecía su lejanía.

Nunca debí haber permitido que entrara a mi vida, mucho menos que entrara a mi corazón. Al final también se iría de mi lado, todos lo hacían.

Tampoco debí haberle mentido, ni dejar pasar tres meses para querer decirle todo sobre mi vida. Lo había intentado, intenté decírselo demaciadas veces, pero nunca lo hice y ahora Alejandro y Shawn lo habían hecho por mí, justo antes de intentar decírselo una vez más.

Cada que lo intentaba, me temblaba la voz, no tenía el valor suficiente para decirle lo que llevo dentro de mí sin destrozarme. No quería que se alejara de mí, era la primera vez que me sentía importante y no quería que me viera completamente destrozada, tampoco quería destrozarme al recordar todo lo que viví. Por que al contarle lo que soy y lo que hago, incluía tener que contarle mi pasado y que así entendiera mis motivos y el porque terminé en el mundo del crimen. 

Ahora no podía hacer nada para arreglarlo, élla no me quería ver, ahora le daba asco y lo entendía. Y quizá había sido lo mejor que las cosas pasaran de esta manera, si le hubiese contado todo lo que pasé, lo más probable era que de igual manera terminara sintiendo asco por mi y no quisiese estar conmigo.

Quise evitar destrozarme de nuevo y solo había empeorando la situación. En esos tres meses que habían pasado, mis sentimientos hacia Camila se habían intensificado. Élla eran tan maravillosa he increíble que fue me inevitable retener mis sentimientos por élla. Y justo ahora me encontraba en mi descenso.

Había perdido la oportunidad de ser importante para alguien, de sentirme querida por alguien que no fuese Oliver. Ser querida por Oliver estaba bien, y creía que solo necesitaba sentir que Oliver me quería y nada más, pero en realidad me era triste saber que soy tan despreciable como para no merecer el amor de alguien más.

Maldecia a Shawn, al padre de Camila no porque el solo cuidaba de su hija. Pero Shawn, ese hijo de puta solo le dijo a Camila la verdad sobre mí para joderme. Había notado que buscaba cualquier oportunidad para insultarme y joderme de la manera que fuese.

Me encontraba sentada en el piso con la espalda recargada en mi cama. Tenía una botella de tequila en mi mano derecha, –la botella estaba poco más abajo de la mitad– Tan solo habían pasado dos días desde que Camila supo lo era yo, dos días en los que inevitablemente había recaído.

Intenté no sentir, quise lograr que no me afectara de nuevo, quise retenerlo una vez más, pero no lo había logrado. Después de diez años había vuelto a llorar. Llevaba diez años sin poder hacerlo, no salían las lágrimas, por más que lo intentara, no salían y ahora no podía lograr que pararan de salir.

Las palabras de Camila resonaban en mi cabeza sin detenerse ni un maldito minuto. Había escuchado muchas veces esas palabras "me das asco" me lo habían dicho demaciadas veces y cada una de ellas dolían demaciado.

Creí haber dejado de creérmelo, pensé que había logrado superarlo. Pero no, aún seguía sin poder convencerme de que no daba asco.

Daba asco por dentro, daba asco por fuera, simplemente yo era repugnante incluso para mi.

Si yo le hubiera dicho a Camila como fue que terminé haciendo daño, élla hubiera sentido aún más asco por mi. Le habría dado asco haberme besado y haberme tocado en un simple abrazo. Estaba llena de huellas, todo mi cuerpo lo estaba, toda yo estaba marcada.

Llevé la botella a mi boca y bebí un gran trago —Doy asco— dije con repudió recordando la primera vez que me di asco yo misma.

⟦Flashback

—Tranquila, será rápido, solo no llores porque a algunos clientes les molesta , así que no lo hagas o te irá mal— dijo la mujer frente a mi

—Pero yo no quiero entrar ahí— señalé la puerta de la habitación en dónde un hombre feo había entrado hace poco

—No es de que quieras o no, tu padre le debe mucho al patrón y alguien tiene que pagar, tu serás ese alguien que lo haga. Así que será mejor que te acostumbres, por que lo harás demaciadas veces más— me jaló del brazo, me llevaba a la habitación donde estaba el hombre feo —no te dolerá, tranquila— dijo la mujer antes de tocar la puerta.

Me intenté soltar de su agarre pero élla era muy fuerte. El hombre feo abrió la puerta y me miró con una fea y grande sonrisa, estaba sin playera.

—Que la disfrute, y por favor, sea bueno con ella, recuerde que es su primera vez— le dijo la mujer al hombre feo. Me metió a la habitación.

—La trataré muy bien— aseguró sonriente. Cerró la puerta con llave.

Las lágrimas salieron de inmediato, no parecía que el hombre me fuera a tratar bien.

—Ven pequeña, te mostraré algo que te gustará— dijo intentando acercarse. Quise correr pero el hombre me agarró antes de que pudiera moverme.

—¡No! ¡Suelteme! ¡No quiero que me toque!— grité entre lágrimas mientras pataleaba.

—Shhh, te gustará— amarró mis pies con unas cadenas como las de un perro

Por más que me retorcía en la cama para que el hombre feo me soltara, el no lo hacía. Me tocaba con sus horribles manos todo mi pequeño cuerpo. Me quitó la ropa y se quitó la suya. El jalaba su parte del cuerpo con la que hacía del baño mientras hacía sonidos raros y asquerosos y me tocaba. Quería vomitar.

Gritaba que me soltara, lloraba y me retorcía. El se acercó a mi y sostuvo mis manos arriba de mi cabeza, me agarraba con fuerza. Acercó su parte por dónde hacía del baño a la mía y la metió dentro.

—¡No! ¡Porfavor no! ¡Me duele! ¡Me duele mucho!— grité llorando. Me ardía horrible ahí abajo pero el no entendía.

Cada vez que se movía me dolía muy feo, yo gritaba de dolor y le pedía que me soltara, pero nunca lo hizo.

Cuando terminó de hacerme daño, se puso su ropa y se fue, me dejo en la habitación llorando. Después entró la mujer que me había metido aquí.

—Lo ves, terminó rápido— dijo sonriente

—No te me acerques, ¡el me lastimó mucho por tu culpa! No quiero que lo vuelva a hacer jamás— le grité llorando y sorviendo mis moquitos. Élla rió.

—La culpa es de tu padre, el sabía a que venías con nosotros y ni así quiso pagarnos. Y después de lo que te hizo el hombre que salió, das asco, y lo seguirás dando para cualquiera, así que grabate en tu cabecita que das mucho asco y por eso seguirán haciéndote lo que el hombre te hizo— caminó hacia la puerta —y deja de llorar, eres fastidiosa— salió de la habitación.

Comencé a llorar con más fuerza. Lloré tanto que sentía que me iba a secar.

Fin del flashback

Esa fue la primera vez que alguien me había dicho eso. La primera de muchas más.

Yo había pagado lo que Mike debía siendo abusada durante años. Cuando crecí un poco más me hicieron la propuesta de dejar de se abusada pero en lugar de eso tenía que vender droga. Yo acepté sin pensarlo. Pero eso fue lo que me llevó a la mierda.

Limpié con fuerza mis lágrimas y volví a beber de la botella —Soy repugnante— dije entre lágrimas y volviéndo a beber de la botella.








































¿Que tal? ¿Como están? ¿Que han hecho hoy?

Cold gazeWhere stories live. Discover now