vergüenza

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Maratón 4/5

Sentía la intensa mirada de Lauren sobre nosotros. Lo besé por unos segundos más y me separé, sabía que Lauren nos miraba y solo por eso no limpié mi boca llena de saliva. Fue realmente malo, no eran como los besos de Lauren, no podía siquiera compararlos por que los besos de Lauren no tenían comparación. 

Tomé la mano de Christopher y sin mirarla me fui de ese lugar con el. No la miré por vergüenza, sentía vergüenza de haber besado a su hermano frente a ella, de haberla engañado, sentí vergüenza de estar haciendo eso, pero no quería que Lauren fuese a la cárcel. Ella había cometido distintos delitos, pero ni siquiera eso lograba que dejara de gustarme de esa manera tan intensa en la que lo hacía. 

Cuándo salí de la vista de Lauren limpié mi boca y vi a Christopher hacer lo mismo. Fui al baño y enjuague mi boca, parecía exagerado pero sentía la saliva de Christopher por todas las mejillas. 

Tenía la esperanza de ver a Lauren en clase, pero no entró a ningúna. 

—Mila, ten— Dinah fingió darme algo invisible. Estúpidamente me encontraba tan distraída pensando en Lauren que tomé la cosa invisible que Dinah me dió

—¿Que?— pregunté confusa

—Tu premio a la más imbécil— dijo negando con decepción

—¿Porque?— 

—por el tremendo beso que le metiste a Christopher frente a Lauren— me recordó —si que eres imbécil, Mila. ¿Creíste que no te vería?— 

—Yo no…— no quería meter a Dinah en problemas al contarle —yo lose— fue lo único que pude decir 

—Eres mi amiga y te apoyo en cualquier relación que decidas estar, pero Lauren no se merecía eso— 

Eso lo tenía más que claro, Lauren no se lo merecía. 

—¿Sabes que no puedes ir por la vida ocultandole las cosas a tu mejor amiga verdad?— me giré a mirarla con los ojos bien abierto 

—Yo… Yo no te oculto nada— 

—Camila, hablas dormida— 

—Yo no he dormido en tu casa desde hace más de un mes— dije esta vez confundida

—Hace 2 días me llamaste y te quedaste dormida a mitad de llamada, de hecho yo me quedé dormida primero pero me desperté al escuchar a alguien hablar y me dí cuenta que la llamada no se colgó. Te escuché hablar cuando estaba apunto de colgar y solo hablas dormida cuando algo te tiene mal. Lo sé todo, lo de Lauren, lo de Zayn y Ty, y lo de tu relación con Christopher. Camila, soy tu mejor amiga, no tenías porque guardarte eso si te estaba lastimando, para eso estamos las amigas…— me abrazó tiernamente —por cierto… Deberías ponerte cinta en la boca al dormir, no vaya ser que alguien termine enterándose nuestras pláticas gracias a ti— las dos reímos

Ahora que recordaba, había una cosa que Lauren me había dado. Su cuaderno, el cuaderno debería tener algunas cosas que quizá me permitan saber que debería hacer por ella.

(…) 

Estaba parada frente al espejo recordando el beso con Christopher, fue tan malo que no sentí nada más allá del asco y vergüenza. Cuando con Lauren, un beso encendía todo en mi. Siempre fué tan respetuosa. Me pedía permiso incluso para acariciar mi pierna inocentemente. 

Nunca fuimos más allá de un beso, ni siquiera un beso acompañado de roces intensos. No. Solo era besos tiernos, lindos y sinceros besos.

—Kaki, dice mamá que si ya estas lista— dijo Sofía entrando a mi habitación después de un -pasa- de mi parte. 

—Si, pero no sé, no me termina de gustar como se me ve— dije no muy convencida mientras movía mi vestido frente al espejo

—Kaki, te vez preciosa, lo juro— 

—Bien… Vamonos— caminé con ella hasta la plata baja de la casa. Tomé mi bolsa y salí de casa con mis padres. 

Iríamos a una subasta, Mike y Clara subastarían un terreno en citeado a las afueras de Miami, era un terreno en un exelente lugar. Nosotros íbamos porque mi padre era el dueño del lugar y el que organizaba las subastas. 

A las subastas solía ir gente de exelente nivel económico y social. Empresarios, políticos, cenadores y demás. Gente que es simple apariencia nada más, gente como mi familia. 

Odiaba tener siempre que acompañar a mis padres a las subastas. Siempre las subastas estaban llenas de personas de la prensa y camarógrafos, odiaba eso.

Al llegar mi padre me mandó con Christopher a saludar a las personas que iba llegando.

—Te ves muy linda— dijo Christopher al saludarme

—Tu también— respondí

—¿Me veo linda?— preguntó con cara pícara haciendo una pose de diva. 

—Obvio— los dos reímos

Saludábamos a las personas que iban llegando, la mayoría nos decían "alagos" sobre la linda pareja que hacíamos. Era realmente incómodo. 

Me giré hacia la puerta y que estaba llena de personas y de un momento a otro, pasé de sonreírle a las personas, a perder el aire y sentir el piso moverse. 

Caminaba con superioridad y al hacerlo desprendía la divinidad innata que cargaba consigo. Era una mujer de exuberante belleza, pero hoy parecía aún más radiante. Ese vestido rosa le iba de maravilla.

Pude recuperar el aliento cuando vi a Zayn besar su mejilla muy, muy, pero muy cerca de sus labios. ¿Porqué estaban tan cerca el uno del otro? 

Mis malditos pies parecían haber tomado vida propia, y de un momento a otro me encontraba a centímetros de ellos. 

—Hola, que bueno es verlos por aquí— los saludé con el corazón en la garganta

Cold gazeWhere stories live. Discover now