El reencuentro

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Percy había llegado a la zona del campamento romano, el cual se hacía llamar campamento Júpiter. Cuando llegaron a la zona central del campamento vieron lo que parecía ser una antigua ciudad del imperio romano en perfectas condiciones y en uso por diferentes personas que estaban haciendo sus vidas diarias en ese momento y que se quedaron viéndolos al no parecer romanos.

El legionario romano los siguió escoltando hasta que llegaron a una zona donde una estatua en forma de busto les impidió el paso.

- Buenos días Término. - Dijo el legionario saludando al busto que se había puesto en su camino y que miraba mal a Clarisse, Annabeth y Percy. - Este es el dios de las fronteras, además vamos a entrar a una zona en la que no se permite el uso de armas.

- En efecto griegos. - Dijo la estatua con un poco de asco. - La niña marimacho que deje su lanza y vosotros dos. - Dijo mirando a Annabeth y Percy. - Espero que no causéis ningún inconveniente en el fórum.

Los dos semidioses en cuestión rodaron los ojos e hicieron como que no hubieran escuchado nada. Mientras eso pasaba Clarisse le costaba deshacerse de su lanza eléctrica ya que su padre se la había vuelto a dar por tercera vez, no quería volver a perderla.

Tras unos cinco minutos en los que Percy había estado tratando de que Clarisse dejase su arma ella por fin la dejó y pudieron avanzar por el camino hasta que llegaron a un edificio de aspecto romano con un montón de asientos.

Cuando llegaron el legionario los presentó para luego volver a su puesto de trabajado haciendo que un montón de chicos de entre 15 a 20 años los mirasen. Eran diez personas que estaban sentadas en asientos que se podían decir que eran de menor relevancia y dos que estaban un poco más altos junto con un asiento vacío que presumió Percy que era para él.

- Buenas tardes. - Dijo una chica rubia que llevaba una toga morada sentada en el asiento de mayor relevancia de la sala junto con un chico rubio que los miraba de forma curiosa. - Yo soy Gwen, soy una de las pretoras de este campamento además de ser hija de Ceres. (NA: De nuevo, en la wiki no pone nada de que sea semidiosa o legado, a mí, no sé porqué, se me vino a la cabeza enseguida que podía ser hija de Ceres, Deméter en griego, no sé podéis llamarme raro si queréis)

- En cantado, yo soy Percy Jackson. - Se presentó Percy. - ¿Ese es mi asiento? - Preguntó haciendo que la chica asintiera. - Muchas gracias por habernos recibido.

- No pasa nada, no hay que agradecer. - Dijo la chica con una sonrisa. - Pero he de admitir que no esperaba que existieran los semidioses griegos existiendo los romanos, ya que son una forma posterior de ellos.

- Yo también lo pensé. - Estuvo de acuerdo Percy. - Pero luego caí en la cuenta de que eran dioses y puede tomar la forma que ellos quieran, hay muchos mitos en los que Zeus ha tomado infinidad de formas solo para acostarse con mujeres. - Cuando dijo eso, tanto Thalia como el chico sentado al lado de Gwen miraron a otro lado avergonzados. - Pero bueno, podrías presentarme a las personas que están aquí ahora, si no es mucha molestia.

- Para nada. - Dijo la chica aún con una sonrisa. - Los que están más abajo con los capitanes de las cohortes, suelen ser dos por cohorte siendo un total de cinco y este es mi compañero Jason, un hijo de Júpiter.

En ese momento Thalia sintió la necesidad de ir corriendo hacia su hermano, pero sabía que no podía hacerlo por el momento ya que podía echar a perder la oportunidad de Percy.

- Bueno, estos son mis acompañantes, Clarisse hija de Ares, Luke hijo de Hermes, Thalia hija de Zeus y Annabeth hija de Atenea. - Cuando dijo eso último todos se alzaron en murmullos hasta que fueron acallados por la pretora.

- Por favor perdónalos, en roma Minerva es una diosa virgen que no tiene hijos. - Les informó Gwen. - Pero bueno, ¿De qué querías hablarnos?

- Bueno, yo soy el líder del campamento griego y me gustaría que fuese un lugar donde los semidioses pudiesen vivir con calma, como este lugar. - Dijo poniendo de ejemplo este campamento. - He podido ver que hay una ciudad en las que personas de todas las edades viven como si fuese una ciudad normal y corriente. Quiero que mi campamento fuese un lugar donde se pueda vivir así pero como si fuera un lugar de segunda residencia ya que quiero que mis semidioses puedan visitar a sus familias si lo desean. - Este les explicó. - Por lo que había pensado en tener una relación de amistad y no agresión con vosotros, para así tener un pacto de ayuda mutua.

El rey de los mestizosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora