Se termina la profecía

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Todo se había acabado. El domo se había desvanecido y Atlas no tenía los poderes de las sombras y sus pies estaban comenzando a sangran. Ese era el momento preciso.

Briares cargó contra Atlas, el cual estaba mirando al cielo con desesperación. Este no se dio cuenta que poco a poco, los esqueletos que había llamado Nico, se fueron apilando encima de él para evitar que este se pudiera mover. Cuando se dio cuenta de lo que estaba sucediendo ya era tarde.

El centimano había llegado a él y había comenzado a empujarlo hasta la posición de Percy, el cual hizo un esfuerzo sobrehumano para empujar el cielo hacia arriba para que luego cayese encima del titán haciendo que su castigo eterno fuese de nuevo eterno.

Annabeth y Clarisse llegaron rápidamente al joven el cual no tenía mucho desgaste físico al tener la ayuda de los pilares que había creado, pero el hecho de mantener al cielo, los pilares y la ayuda que había proporcionado a los demás había conseguido que el cansancio llegara a él.

Estas dos chicas ayudaron a Percy a llegar a donde estaban el grupo de cazadoras junto con unos once semidioses rebeldes que se habían dejado atrapar. Percy había oído que habían tenido que neutralizar a algunos semidioses que no quisieron rendirse, pero no quería preguntar cuantos habían sido.

Él echó un vistazo a las cazadoras, todas ellas habían conseguido sobrevivir a la contienda manteniendo unos pocos rasguños y heridas leves que ya habían sido tratadas.

- ¿Ahora que hacemos? - Dijo Clarisse un poco confundida tras la batalla.

- Lo normal sería hablar con los dioses de lo que ha sucedido. - Dijo Percy. - Pero propongo descansar un poco e intentar sacar un poco de información a estas personas antes de entregárselas a Zeus.

Todos estuvieron de acuerdo con lo que había dicho el chico, por lo que unas pocas cazadoras, junto con Clarisse se fueron a interrogar a los reclusos. Mientras eso sucedía Annabeth se quedó junto con Percy. Esta pidió disculpas por pensar que podía observar la zona despreocupadamente sin llamar la atención del enemigo.

Percy pudo ver que ella estaba un poco afectada por lo que había pasado, por lo que decidió intentar consolarla poniendo uno de sus brazos por encima de sus hombros y acercarla a él, ella aceptó el abrazó y se quedó en silencio durante unos minutos.

Una vez cuando todos estaban en condiciones de moverse todos se agruparon con Artemisa para que los transportara a la sala del trono donde, en ese momento, solo estaba Hestia. Esta miró a Artemisa un poco sorprendida ya que no se esperaba que llegaran tan proto.

Ella pensó que se quedaría hasta a tarde para poder recuperarse, pero se equivocó y llamó a Zeus para que este llamara a todos los del consejo olímpico, en tan solo dos minutos estaban todos los dioses sentados junto con un Hades que estaba sentado en una silla plegable gigante al lado de Hermes.

- ¿Ya habéis terminado con el problema? - Dijo Zeus mientras jugaba un poco con su rayo. - ¿Habéis descubierto algo?

- Hemos descubierto que algunos semidioses que son hijos de dioses menores estaban aliados con los titanes, hemos capturado a once, otros de ellos han muerto al no querer rendirse. - Dijo Artemisa a su padre. - Al parecer querían dejar libre a Atlas para que este fuese en busca de su tío Cronos.

En ese momento se hizo el silencio en la sala del trono.

- ¿Dónde está Atlas? - Dijo Zeus muy serio.

- En su lugar. - Dijo Percy llamando la atención de Todos. - Al parecer este también había formado un pacto con las sombras para ganar poder, pero le salió mal.

- De acuerdo. - Dijo Zeus muy serio. - Hades, quiero que mandes a alguien a vigilar el sarcófago, quiero que me informes de todo lo que pase, si alguien le ha pintado una polla quiero saber, ¿entiendes? - Hades asintió de mala gana por como su hermano menor le daba ordenes. - Podéis retiraros por el momento y quedaremos a la espera de lo que le informen a Hades.

El rey de los mestizosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora