Capítulo diecinueve : Agnus Dei.

42.8K 3K 5.3K
                                    


|| [ Cordero de Dios ] ||


— Dios... cuanto lo siento mi amor... lo siento mucho, mucho...

— H-hyung... n-no, no tienes que-

— Prométeme qué vas a cuidarte cielo, prométemelo...

— L-lo prometo hyung.

— Voy a volver a por ti Taehyung, así me tenga que cargar a tiros a todo dios, así tenga que ejecutar la masacre más grande de la historia, volveré por ti, porque te juro, que daría hasta la última gota de mi sangre, para matar al hijo de puta que se atreva a tocarte, incluso la punta de un cabello. Te lo juro mi precioso lirio, por mi madre que si.















•*'¨'*•.¸¸.•*'¨  ♤  ¨'*•.¸¸.•*'¨'*•





"Donato y Moon van hacia la mansión, y no por ti, van a por tu rubio. Acaban de salir hacia allá, y van armados hasta los dientes, simularán que es una visita fortuita, pero no es así, rodearán la mansión con explosivos, y planean torturarlo a hasta matarlo, ante tus propios ojos. Así  que tienes exactamente veintiséis minutos, para prepararte ante su llegada, y batir sus intensiones.
Suerte."

— Jungkook...

— Reza... reza para que me estalle el corazón, Donato. Porque te voy a matar... te voy a matar... te voy a matar.

— Jungkook, hijo-

— Namjoon, traslada al señor Kim y a Jimin de aquí, y llévalos al KZ1, envía nueve tropas de efectivos a rodear la mansión, quiero gas somnífero, granadas, armamento nuclear, militar, y repleto de municiones a todo dios.

Activa los campos de protección, y los sensores ultrasónicos, quiero que despliegues tres aeronaves ocultas, tras la barrera protectora en el décimo y onceavo piso.

Ah, y prepara a los cachorros, porque esta noche, os vamos a dar  el banquete de sus vidas...

¿Veintiséis minutos?— se preguntó a sí mismo, mientras apretaba los dientes — Quince son suficientes y hasta me sobran.

Namjoon se había limitado a guardar silencio, no necesitaba emitir palabra alguna, para que Jungkook supiera que había captado hasta el más mínimo detalle, era un genio de primera, su memoria guardaba grandes cantidades de información, en cuestión de segundos.

— ¿Qué demonios está sucediendo?  — preguntó alterada la señora Jeon, pues el estado de su hijo, y las órdenes que había dictado, eran extremadamente alarmantes.

— Donato viene para acá, y vamos a recibirlo como dios manda ; con el diablo en la saliva.

Jungkook se veía seguro, pero algo no andaba bien, estaba tenso, y sus ojos no habían parpadeado ni una tan sola vez.

— Hijo, ¿que más hay? Porque no nos has dado toda la información. — dijo su padre, pues realmente conocía a su hijo.

— Es Taehyung, necesito sacarlo de aquí. La prioridad de todo este plan, es que él salga de aquí con bien, y se reguarde fuera de la mansión, mamá, tu, Nam y yo, estamos preparados para este tipo de eventos, pero él no, y definitivamente no puedo dejarlo en la cámara de seguridad, porque aunque nadie pueda entrar, debo asegurarme de que no exista ni la menor posibilidad de daño.

P-pero...

— No tienes otra opción hijo.

— No puedo mandarlo ahí papá, no p-puedo, n-no... — su rostro, fue tomado por las dos manos de su madre, aquellas, que le habían llenado de caricias y sosiego, todos sus días de tormento e infortunio. El pelinegro, subió sus ojos rojos y desolada mirada, hacia aquella firme y contundente de su progenitora.

Bratvá - KookV ℘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora