La vuelta de Quirón

Start from the beginning
                                    

Buscó huellas de cascos o de ruedas, incluso de pisadas. Según sus compañeras nadie se había acercado a la zona por orden del propio centauro para evitar cualquier ataque de monstruos, por lo que podría buscar cualquier cosa que quisiera.

La tierra estaba un poco húmeda por la vegetación del bosque. Buscó durante un tiempo pero no pudo encontrar nada. Era extraño, si alguien hubiera estado en ese lugar  habría dejado huellas aunque el terreno hubiera estado seco superficialmente, cosa que no ocurría aun que estuviese en verano.

Debido a la falta de huellas y de que el agujero estaba al otro lado de la barrera protectora decidió adentrarse en el otro lado de la barrera casi inexistente. Para su sorpresa no había nada, pero a lo lejos pudo divisar una huella de un zapato que, por su tamaño, pertenecía a un hombre o una mujer con los pies muy grandes y que se estaba alejado dando la espalda al propio árbol.

Percy examinó la huella y descubrió que un patrón característico. En una pequeña parte había el símbolo de Nike en miniatura. En su universidad las había visto, estaban de moda entre los jóvenes de primer y segundo año de carrera.

Con ese dato en mente revisó en su menoría se había alguien de unos 18 años. El que más se asemejaba era Luke, pero él no se atrevería a envenenar el árbol.

Teniendo esto volvió con sus compañeros y el dios.

- Me he encontrado unas huellas de una persona de más o menos 18 años. - Dijo este haciendo que todos alzaran una ceja. - Por el estilo de zapato he podido identificar la marca, modelo y su rango de popularidad entre los jóvenes. He hecho memoria pero no he encontrado a nadie del campamento que encaje con esa franja de edad.

Dioniso miró sorprendido a Percy. Con solo ver un agujero en un árbol pudo saber como este fue atacado y saber el modelo de un zapato por su suela.

- De acuerdo, se lo notificaré a mi padre. - Dijo Dioniso haciendo como que no le impresionara lo que acababa de ver. - Podéis volver al campamento por ahora, me aseguraré que ese viejo centauro vuelva mañana por la mañana.

En ese momento Dioniso desapareció en un brillo haciendo que todos apartaran la vista para no ser calcinados y Percy en sus adentros soltó un suspiro de alivio. Puede que él no haya podido hacer lo mismo que hizo Circe, pero por lo menos pudo demostrar que un invasor desde fuera podría haber hecho que el árbol se enfermase y que no había sido Quirón.

Sin perder mucho tiempo después de que el dios haya desaparecido Grover corrió hacia el árbol y colgó el vellocino en una rama que estaba cerca de los dos metros de altura. La eficacia del vellocino fue casi inmediata. Poco a poco la corteza que cubría el tronco comenzó a verse más viva y las agujas que había en las ramas comenzaron a teñirse de verde. Sin duda, a la mañana siguiente, ya estaría recuperado y protegiendo el campamento como lo ha estado haciendo este año.

Volviendo al campamento Percy dijo que tendrían que proteger el vellocino, que ahora estarían en el punto de mira de cualquier ser que lo quisiese para si mismo. Este les indicó a sus compañeros que corriesen la voz de que había que formar un pequeño grupo que lo protegiera las veinticuatro horas del día los siete días de la semana.

Estos asintieron y fueron a sus cabañas a compartir esta información dejando solos a Percy y Tyson. El mayor de los dos sonrió al cíclope y le guio hasta la cabaña 3, la cabaña de Poseidón. Este al verla sonrió. Ya había estado ahí cuando llegó, pero le encantaba esa cabaña. Tenía vistas al mar, una temperatura agradable y una fuente de agua salada. Percy le dijo que ahora podía hacer lo que el quisiera, correr por la playa del lago, visitar el bosque para hablar con ninfas o incluso trabajar con los hijos de Hefesto. En pocas palabras, Percy dijo que él era libre de hacer lo que él quisiera.

El rey de los mestizosWhere stories live. Discover now