55° Capítulo:

229 27 38
                                    

Ya había transcurrido cierto rato desde que Anja y Kamilla se habían marchado, ambas me habían ayudado a prepararme para luego marcharse a continuar con sus tareas. Había notado que las dos trataban de actuar lo más normal posible, haciendo bromas entre ellas y conmigo, pero era evidente que ahora me trataban como si yo fuera de porcelana. Lo que, luego de ver mi nuevo aspecto, me era comprensible. Si para mí era impactante, no quería imaginarme para los demás.

Estuve sola por otro largo rato más, hasta que la puerta volvió a abrirse dejando ver a Hans. Me había visto advertida de su presencia justo segundos antes, al escuchar su corta charla con los guardias que ahora resguardaban la entrada a mi dormitorio. Sin embargo, no me esperaba verlo sin compañía, a excepción de la bandeja con comida que cargaba en sus manos.

Lo guie hacia la mesa, aquella en la cual hacía tan solo unos meses él había bebido té tomándome de improvisto, para poder encontrarnos más cómodos. Hasta aquel momento todavía no habíamos compartido palabra alguna, esas acciones habían transcurrido en total silencio. No fue hasta que nos acomodamos, y que Hans empezó a repartir lo que había traído, que comenzamos a conversar.


-Vengo sin compañía solamente porque Anna necesitaba de un descanso urgente -comenzó, explicando el porqué de la ausencia de mi hermana y Kristoff- Ella estaba insistiendo en venir, pero entre el embarazo y tantas emociones el doctor le sugirió en que reposara. Debimos insistirle bastante antes de lograr convencerla, por eso he tardado tanto en venir. Se veía totalmente pálida luego de verte, y no podemos permitirnos tener a otra hermana de cama -continuó, mientras me alcanzaba un plato de sopa.


Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


-Gracias –dije, mientras aceptaba con gusto el humeante plato, debido a la atención como a la información- Tengo tantas preguntas...

-Me extrañaría si no fuera así -contestó, asintiendo con un gesto risueño- Comienza por donde quieras.

-Antes que cualquier otra cosa, necesito saberlo, ¿Cómo te encuentras? -luego de soplar el contenido que cargaba en la cuchara, continué- Lo último que recuerdo de ti es que te encontrabas en muy mal estado, pero ahora te ves bastante bien...

-Gracias por el cumplido, y yo que tenía la ilusión de que usualmente me vieras bien, supongo que no siempre luciré como todo un buen mozo ante tus ojos -contestó a modo de broma- Ahora en serio, me encuentro bien... Después de todo he tenido de un par de semanas para recuperarme.

-Siempre luces bien ante mis ojos -contesté sinceramente- pero hemos de admitir que ninguno de los dos se encontraba en su mejor momento ese día... He de suponer que todo ese tiempo he estado inconsciente, ¿Cuánto tiempo ha transcurrido exactamente?

-Casi un mes entero... Tu cabello comenzó a cambiar al castaño inmediatamente luego del ataque de Hulda –dijo respondiendo, de antemano, a la que sería mi siguiente pregunta-, más no se transformó completamente hasta hace unos días. Fue una transición lenta pero constante.

Frozen & BurnedWhere stories live. Discover now