51° Capítulo:

223 25 18
                                    

Por un momento el asombro había dominado cualquier otro sentir, nunca antes había sentido un poder y potencial tan grande dentro de mí. Tan solo con despertar aquella capacidad estaba destruyendo los anteriores limites que creía concebían mi magia, ¿hasta dónde era capaz de llegar realmente?

Ya que, si era capaz de sentir este nuevo despertar en mis poderes a pesar del terrible agotamiento, ¿hasta cuánto más podía alcanzar? Tan solo había necesitado de una nueva chispa, una nueva motivación para desdibujar la línea de mis límites. Por ese breve momento me sentí totalmente cargada, inundada, de magia.

Y digo que por tan solo un momento ya que al siguiente me encontré siendo consciente de lo que pasaba a mi exterior. Tan sólo segundos antes de aquella agonía, había escuchado a Hans gritándome, pidiéndome que me detuviera. Aunque su voz se había escuchado de cierta manera muy lejana, podía escucharle con total claridad, a él sobre todas las otras cosas que inundaban mis sentidos.

Sin embargo, sus advertencias habían sido en vano, no pude saber qué es lo que él había llegado a advertir antes que yo. Pero fuera lo que fuera me atravesó antes de poder ser capaz de reaccionar, pestañear siquiera. De la sorpresa y orgullo, pasé a sentir nada más que dolor.

Podía decir que el suceso no había durado más que segundos, sin embargo, eso no quitaba que para mí aquel momento durara horas. No tenía idea de lo que estaba ocurriendo, ni tampoco como describirlo exactamente. Nunca antes había sentido algo igual, pero metafóricamente podría compararlo a si me arrancaran el alma del cuerpo. Lenta y desgarradoramente.

Me veía desposeída de cualquiera de mis sentidos, ya no escuchaba a Hans, ni sentía la brisa golpeando contra mi rostro, o veía nada más allá de mis párpados. Lo único de lo que era consciente y sentía era eso, el dolor. Lo único que pude sentir ajeno a eso también fue lo último que sentí antes de perder la consciencia, mi impacto contra el suelo...

 Lo único que pude sentir ajeno a eso también fue lo último que sentí antes de perder la consciencia, mi impacto contra el suelo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


----------


El poderío de Elsa era aún más impactante de lo que ya de por sí había conseguido presenciar, podía sentir su remolino de magia, casi parecía poder ser perceptible al tacto. Más que nunca me sentía terriblemente sorprendido y orgulloso por su capacidad, por su fuerza, por todo lo que la representaba...

La visión era simplemente terrible. Y de no ser porque lo que comenzó a suceder a nuestro alrededor se volvió un tanto sospechoso, difícilmente hubiera podido encontrarme distraído de su presencia.

Distintas figuras comenzaron a aparecer, de a montones, por entre las arboledas. Algunos de ellos aparecían ya con su apariencia simil humana, pero otros se dejaban ver mientras transformaban su figura de lobos a su acostumbrada apariencia. Todas las criaturas del castillo, o por lo menos la mayoría, no podía confirmarlo con claridad, poseían miradas muy alejadas de la preocupación. Mas bien, todos aquellos que atendían a las órdenes de Hulda, clavaban sus hambrientas expresiones en el cuerpo de Elsa... O tal vez no exactamente a su figura, si no a su magia. Casi podía asegurar que en cualquier momento les vería babear, como si de un platillo exquisito se tratase.

Frozen & BurnedWhere stories live. Discover now